Tras la victoria del partido conservador AKP en Turquía, el Ejército prosiguió con sus ataques aéreos contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), proscrito en el país, informó ayer el Ejército otomano. El lunes fueron bombardeadas de nuevo posiciones del PKK en la provincia de Hakkari, en el sureste de Turquía, y en el norte de Iraq, según los militares. Fueron los primeros bombardeos desde las elecciones el domingo.

La agencia de noticias DHA informó que en el distrito de Silvan, en la provincia kurda de Diyarbakir, la Policía actuó contra una organización juvenil del PKK y murieron tres jóvenes en enfrentamientos durante el operativo. Se ha impuesto un toque de queda en partes del distrito.

Entretanto, en la provincia de Izmir, agentes policiales detuvieron a más de 40 presuntos seguidores del predicador Fetulleh Gülen, según DHA. El movimento de Gülen ha sido prohibido en Turquía, donde está incluido en la lista de organizaciones terroristas. El jefe de Estado, Recep Tayyip Erdogan, acusa al predicador, que vive en el exilio en Estados Unidos, de haberse infiltrado en la Policía y la Justicia y querer derrocar al Gobierno.

Además, ayer se ordenó la encarcelamiento de los dos periodistas de la revista Nokta detenidos el lunes, informó el canal de noticias CNN Türk. Se les acusa de "incitación al delito" por la portada de la publicación. En ella se puede ver a Erdogan con el título: "Lunes 2 de noviembre, inicio de la guerra civil turca".

El AKP reconquistó el pasado domingo la mayoría absoluta en el Parlamento con casi el 50% de los escaños. Según los resultados, todavía no definitivos, el AKP, del que Erdogan es cofundador, se hizo con 317 de los 550 escaños en la Asamblea Nacional.

Ahora el AKP aspira a una reforma de la Constitución, con la que introducir un sistema presidencial. Para ello precisará el apoyo de 330 diputados, 13 más de los que ha ganado el AKP en los comicios. Los tres partidos de la oposición, el de centro-izquierda CHP, el prokurdo HDP y el utraderechista MHP están en contra de un sistema presidencial. Temen un dominio autocrático de Erdogan.

En este sentido, la formación del nuevo Gobierno se prevé rápida, gracias a la mayoría absoluta del AKP, pero afrontará dos retos: el conflicto kurdo y la frágil situación económica del país.

Los bombardeos aéreos contra posiciones de la guerrilla kurda en el norte de Iraq en la madrugada del lunes al martes ya han mostrado que de momento continúa la línea bélica, si bien altos cargos del AKP ya han insinuado que se podrían retomar las negociaciones de paz. Respecto a la economía, los mercados han saludado la victoria del AKP y la perspectiva de un Gobierno estable con una subida de la Bolsa y de la lira, la moneda turca. El lunes, la Bolsa de Estambul se disparó un 5% y se situó en 83.600 puntos, su mejor valor desde finales de mayo pasado.