El presidente chino, Xi Jinping, dio su apoyo expreso a la reforma constitucional que esta semana eliminará limitaciones de tiempo a su propio mandato y lo presentó como "una medida clave para modernizar el sistema de China y la capacidad de gobernancia", informó ayer la agencia oficial Xinhua.

En un panel de discusión con delegados de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) durante el plenario anual de esta institución, Xi mostró su "apoyo total" a la propuesta de enmienda de la Constitución de 1982, la primera que se llevará a cabo en 14 años, y que también introducirá sus teorías en la Carta Magna.

El proceso de redacción de la reforma constitucional fue "plenamente democrático, recabando sabiduría de diferentes sectores y encarnando el deseo común del Partido y el pueblo", destacó Xi en la reunión, celebrada el miércoles.

Según la agencia Xinhua, los otros seis miembros del Comité Permanente del Partido Comunista, incluido el primer ministro Li Keqiang, dieron el miércoles también su apoyo a la reforma, que el lunes fue enviada para su debate a la ANP y será votada el domingo.

La enmienda eliminará el límite de dos legislaturas (diez años) para el presidente y el vicepresidente de China, lo que abrirá el camino a que Xi, que asumió la presidencia en 2013, se mantenga en el poder más allá de 2023.

Un asistente a los plenarios que se celebran en Pekín, el asesor político Lyu Hongbing, señaló que la revisión constitucional no significará que los cargos de los máximos líderes chinos vayan a tener a partir de ahora carácter vitalicio.