La falta de acuerdo presupuestario entre republicanos y demócratas ha empujado a Estados Unidos al primer cierre parcial de la Administración en más de 17 años, un fenómeno que continuará hasta que el Congreso apruebe nuevos fondos. El cierre obligará a mandar a casa con vacaciones forzosas no remuneradas a más de 800.000 de los 2,1 millones de funcionarios federales durante el tiempo que dure la escasez de fondos y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca. Los turistas no podrán visitar los museos en Washington o la Estatua de la Libertad en Nueva York. Y muchas parejas con cita para casarse en los próximos días en los juzgados han tenido que cancelar sus planes para darse el sí quiero en un futuro inmediato. Éstas son algunas de las consecuencias de este cierre parcial. 

Todos los parques nacionales del país están cerrados, incluyendo tesoros nacionales como el Yosemite, el Yellowstone o los Everglades,  así como los 19 museos Smithsonian de Washington o el zoológico, que están entre los destinos más populares del país. Tampoco funcionarán las cámaras que permiten seguir a los animales del zoo en todo el mundo, que han sido considerados servicios no esenciales. Sin embargo, el zoo mantendrá personal suficiente para alimentar y cuidar de los animales.

"Creo que es importante que todos entiendan que el gobierno federal es el mayor empleador de Estados Unidos", dijo el presidente Barack Obama. "Más de dos millones de trabajadores civiles y 1,4  millones de militares en activo sirven en los 50 estados del país y en todo el mundo". Y esas vacaciones forzosas se sentirán también en el gobierno. La mayoría de operaciones de la NASA cesarán, aunque continuará abierta  la misión de control de la agencia espacial para apoyar a los  astronaturas en órbita en la Estación Espacial Internacional (ISS). Casi todos los trabajadores de los departamentos de Trabajo, Vivienda y desarollo urbano, Sanidad, Educación y Comercio se  quedarán en casa, según el diario The Washington Post. La Comisión de Seguridad e Intercambio (SEC) y la agencia de protección medioambiental operarán a una capacidad inferior al 10%. 

Y la Casa Blanca se verá fuertemente afectada: de los 1.701 empleados en nómina, 1.265 se quedarán en casa, según el Washington  Post. Hace casi 18 años, los funcionarios internos no remunerados se quedaron para ayudar al mermadísimo personal de la Casa Blanca: uno de ellos era Monica Lewinski, cuyo affaire con el presidente Bill Clinton durante el cierre del gobierno en 1995 provocó un fuerte escándalo al ser revelado años después. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que esta vez no se pedirá a los becarios que acudan a trabajar. 

Las agencias menos afectadas por el cierre son las responsables de  la seguridad nacional. Se mantendrán los pagos de la seguridad social a mayores y discapacitados, así como la antención médica a los ancianos y tampoco se verá afectado el reparto de correo, señaló Obama. Las tropas estadounidenses continuarán trabajando, ya que Obama aprobó una cláusula para que sigan siendo  pagados durante este tiempo. Los controladores del tráfico aéreo, funcionarios de prisión y agentes de control de fronteras también seguirán en activo, aunque sus pagos se retrasarán, según dijo el presidente estadounidense. El Departamento de Estado continuará emitiendo pasaportes y visados que son pagados mediante las aportaciones de los solicitantes y no con impuestos de los contribuyentes. La emisión de pasaportes y visados se podría ver sin embargo afectada si algunas de sus oficinas se encuentran en edificios del gobierno que permanezcan cerrados. Las embajadas y consulados estadounidenses en todo el mundo seguirán abiertos y la Agencia para el Desarrollo Internacional continuará activa, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki. Sin embargo, reconoció que los programas serán mantenidos sólo de forma limitada y por un corto periodo de tiempo.