Al menos 102 personas murieron en el atentado suicida perpetrado el viernes en medio de un mercado del noroeste de Pakistán, el ataque más mortífero desde hace ocho meses en el país, según un nuevo balance anunciado el sábado por responsables locales.

El ataque, que destruyó varios edificios gubernamentales y comercios en el poblado de Yakaghund, fue reivindicado por el Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP), grupo rebelde islamista aliado de Al Qaeda y principal actor de la ola de atentados que sufre Pakistán desde hace tres años.

"El balance aumentó a 102 después de que se sacaron cadáveres de entre los escombros y que hubo heridos que murieron durante la noche en el hospital", declaró a la AFP el jefe de la administración local, Rasool Khan.

El responsable dijo temer que el balance aumente aún, cuando los habitantes seguían buscando entre los restos.

Otro responsable local, Mairaj Mohamed, confirmó el balance y precisó que aún había 98 heridos atendidos en varios hospitales.

El balance anterior, dado a conocer el viernes en la noche, daba cuenta de 65 muertos, entre los cuales mujeres y niños, y 112 heridos.

Este atentado es el más letal en Pakistán desde el ataque con un coche bomba que mató a 125 personas a fines de octubre de 2009 en un mercado de Peshawar, la gran ciudad del noroeste paquistaní.

Ayer, Yakaghund estaba conmocionado a la hora del duelo. Los cadáveres, envueltos en sudarios blancos, habían sido reunidos en un terreno para las oraciones fúnebres, mientras que más de mil personas se congregaron en el cementerio vecino, donde los empleados se afanaban para cavar nuevas tumbas.

El suicida a bordo de una motocicleta hizo estallar su bomba delante del portal de una casa que funcionaba como oficina de la administración local y rodeada de numerosos comercios, en este pueblo del distrito tribal de Mohmand, uno de los bastiones de los rebeldes talibanes del TTP. El ataque fue reivindicado por un portavoz del TTP.