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La salida al bloqueo italiano tras los comicios pasa por la reforma electoral

  • El cambio del sistema es el único punto en el que se ponen de acuerdo las principales formaciones del país, a las que el presidente Napolitano pide una vez más "responsabilidad".

La salida al complicado bloqueo político italiano surgido tras las elecciones generales del domingo y lunes quedó aparentemente hipotecada a la tantas veces buscada reforma electoral, el más relevante y casi único punto de acuerdo que existe entre las principales fuerzas parlamentarias.

Un día más la pauta postelectoral la volvió a marcar el líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), el cómico Beppe Grillo, con una nueva entrevista concedida a un medio extranjero, lo que, a causa de la diferencia de idioma, dio lugar a un malentendido y motivó una posterior puntualización, según fuentes de la formación. El país se levantaba este sábado con la difusión en el semanario alemán Focus de una entrevista concedida por Grillo el miércoles, en la que, según la transcripción de la revista, el cómico abría por primera vez la puerta al llamado gobiernísimo entre el progresista Partido Demócrata (PD) de Pier Luigi Bersani y el conservador Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi.

Esta alianza, que es la que ha sostenido al Ejecutivo tecnócrata de Mario Monti y que ha sido rechazada por Bersani, podría contar con el apoyo de la antipolítica de Grillo si entre los primeros compromisos estuviera, precisamente, esa reforma electoral que el anterior Parlamento nunca llegó a abordar. "Si el PD de Bersani y el PDL de Berlusconi propusieran un cambio inmediato de la ley electoral, la abolición de los reembolsos del coste de la campaña electoral y al máximo dos legislaturas para cada diputado, nosotros apoyaríamos naturalmente un Gobierno de este tipo. Pero no lo harán nunca", afirma el cómico en Focus.

Estas palabras, que resonaron en las primeras horas de este sábado en Italia como el anuncio de una posible vía de escape a esta situación, fueron inmediatamente precisadas por Grillo, mediante una apostilla a la última entrada de su blog, en la que volvía a arremeter contra el PD y el pacto que les ha propuesto. "Por lo que a mí respecta, lo repito por una última vez, el M5S no apoyará la investidura de ningún Gobierno (mucho menos un Gobierno del PD y del PDL), sino que votará ley a ley, de acuerdo con su programa", afirmó el cómico.

Si bien esto supone un jarro de agua fría, lo cierto es que deja sobre la mesa las tres principales medidas a las que el M5S está dispuesto a dar su apoyo: el límite de legislaturas de los parlamentarios, la supresión de las ayudas públicas a los partidos para financiar sus campañas y la reforma electoral. Este último punto es clave, pues no solo está de acuerdo el PD, sino también el propio Berlusconi, quien el mismo viernes, después de haber recibido la negativa de Bersani a un Gobierno conjunto, indicó que quizá la mejor opción que tiene Italia es la de reformar la ley electoral y convocar comicios. Grillo, quien también arremetió contra la "doble cara" de Nichi Vendola, socio de coalición de Bersani, tiene a la clase política (también a los medios de comunicación) donde quería, pendiente de las decisiones del M5S, el partido en solitario más votado para la Cámara baja y tercera fuerza parlamentaria.

Tras su viaje oficial a Alemania, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, hizo su primera declaración en Italia tras las elecciones, mediante un comunicado en el que pide "mesura, realismo y sentido de responsabilidad" a los políticos por el interés general y la imagen del país. Napolitano, que el próximo 21 de marzo comenzará las consultas con los grupos parlamentarios para la formación del nuevo Gobierno, quiere frenar el continuo flujo público de "hipótesis disparatadas" sobre soluciones al bloqueo actual, con un centroizquierda con mayoría absoluta en la Cámara baja, pero no en el Senado. Como ya lo fuera con la llegada de Monti al poder, la figura del presidente de la República se torna clave en el futuro de Italia y, por ende, en la estabilidad financiera de la eurozona, y el hecho de que su mandato expire el próximo mayo y el nuevo Parlamento tenga que elegir a su sucesor a mediados de abril, también.

A la aparente incapacidad de los líderes electos para formar Gobierno se suma el hecho de que, como recoge la ley italiana, el jefe del Estado no pueda disolver las cámaras de modo anticipado en los seis meses previos al final de su mandato, algo que se conoce como el semestre blanco, lo que puede obligar a la llegada de un Ejecutivo transitorio de emergencia. El diario La Repubblica asegura que los asistentes de los ministros del Ejecutivo tecnócrata saliente han recibido la orden de no apresurarse a empaquetar sus pertenencias, ante la posibilidad de que deban seguir hasta unos nuevos comicios en otoño.

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