Guerra en Ucrania

Un bombardeo ruso mata a ocho civiles que iban a buscar agua potable

Bomberos retiran escombros del centro comercial atacado en Kremenchuk.

Bomberos retiran escombros del centro comercial atacado en Kremenchuk. / OLEG PETRASYUK (Efe)

Al menos ocho personas han muerto y otras 21 han resultado heridas este martes durante un bombardeo ruso en Lisichansk, mientras se buscan más víctimas en el centro comercial de Kremenchuk, alcanzado este lunes por misiles rusos y donde hasta ahora se han contabilizado 18 fallecidos.

El foco trágico del día está en la ciudad oriental de Lisichansk, en la región de Lugansk, donde un grupo de civiles que iba a aprovisionarse de agua potable fue alcanzado por proyectiles rusos.

Según informó en su cuenta de Twitter el responsable de la administración militar regional de Lugansk, Serhii Haidai, los rusos dispararon contra los ciudadanos de este enclave, la llave que podría dar a Moscú el control total de esa región.

Unas horas antes, Haidai aseguró que el Ejército ruso había bombardeado en las últimas horas a gran escala toda la región de Lugansk, aunque con especial virulencia Lisichansk.

El Ejército de Moscú trata desde hace días de tomar Lisichansk, el último enclave de importancia que le queda por conquistar en la región de Lugansk, en el este de Ucrania, tras haberse hecho con el control de la vecina Severodonetsk.

Buscan más muertos en Kremenchuk

Decenas de bomberos y miembros de los equipos de rescate continúan trabajando este martes en el centro comercial de la ciudad de Kremenchuk que fue atacado con misiles rusos y donde hasta el momento se han contabilizado 18 muertos y 36 desaparecidos.

El edificio ha quedado absolutamente calcinado, con sólo las estructuras exteriores en pie, mientras que el interior es un amasijo de hierros carbonizados, lo que hace muy probable que el número de víctimas aumente en las próximas horas.

La Policía ucraniana ha expuesto ante los periodistas restos de los dos misiles de crucero, identificados como X-22, que Rusia utilizó para atacar el edificio, que se encontraba muy concurrido en la tarde del lunes.

El Ministerio de Defensa de Ucrania había dicho previamente que los misiles de largo alcance se dispararon desde un bombardero estratégico TU-22 en la región rusa de Kursk, cerca de la frontera.

El refugio antiaéreo más cercano al centro comercial estaba cruzando una calle, pero no todos abandonaron las compras pese a sonar una alarma antiaérea. El hecho de que zonas civiles de la ciudad nunca hubieran sido atacadas hasta ahora pudo dar una falsa sensación de seguridad y que se ignoraran las sirenas.

Rusia lo niega

Rusia afirmó este martes que no atacó con misiles el centro comercial, sino un almacén con armas y municiones de EEUU y de países europeos, que detonaron y provocaron "un incendio" en ese edificio anexo.

"El 27 de junio, en la ciudad de Kremenchuk, en la región de Poltava, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas lanzaron un ataque con armas aéreas de alta precisión contra un almacén con armas y municiones de EEUU y países europeos en el territorio de una planta de maquinaria vial", señaló el Ministerio de Defensa.

El portavoz castrense, Igor Konashenkov, afirmó en su parte bélico matutino que, como resultado, "las armas y municiones de fabricación occidental almacenadas para su posterior envío a las tropas ucranianas en el Donbás fueron alcanzadas". "La detonación de municiones almacenadas provocó un incendio en un centro comercial que no estaba en funcionamiento ubicado al lado de la planta", aseveró.

Esta afirmación es contraria a la que hizo la víspera el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien dijo que en el centro se encontraban en torno a un millar de personas y que el lugar no tenía valor estratégico ni militar.

La Unión Europea tachó este martes de "inaceptable" y de "crimen de guerra" el ataque con misiles por parte de Rusia en Kremenchuk.

En un comunicado, el alto representante de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, condenó el ataque "en los términos más firmes posibles" y expresó sus condolencias con las víctimas y sus familias por un acto en el que Moscú "carga con toda la responsabilidad".

Medvedev advierte

El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvedev, afirmó que Crimea es parte de Rusia y advirtió de que cualquier ataque contra la península, anexionada en 2014, sería considerado una declaración de guerra. "Cualquier intento de apoderarse de Crimea sería una declaración de guerra a nuestro país", dijo el ex presidente ruso en una entrevista publicada hoy por el semanario Argumenti i Fakti.

"Y si lo hace un país de la OTAN sería un conflicto con toda la Alianza Atlántica, la Tercera Guerra Mundial, una catástrofe total", dijo Medvedev, quien fue presidente de Rusia entre 2008 y 2012.

Explicó que debido a lo que calificó de pretensiones territoriales de Ucrania, su eventual ingreso en la OTAN representa para Rusia un peligro mucho mayor que el de Suecia y Finlandia. "La adhesión de Suecia y Finlandia no suponen ninguna nueva amenaza para nosotros. Estos países han tenido relaciones con Rusia bastante cordiales y respetuosa (...) y no se prevén con ellos litigios territoriales ni motivos para ellos", subrayó.

La deuda rusa y el impago

La agencia de calificación de riesgos Moody's ha confirmado que Rusia incurrió la víspera en un impago sobre los cupones de dos eurobonos por valor de casi 100 millones de dólares al no recibir los inversores los fondos adeudados tras expirar el periodo de gracia de 30 días.

Un informe publicado por el servicio de inversores de Moody's afirma que, bajo su definición, esta situación representa "un evento de suspensión de pago".

Rusia incurre así por primera vez desde 1918 en una suspensión de pagos. Ya sufrió un impago en 1998 durante la presidencia de Boris Yeltsin por unos 40.000 millones de dólares, pero fue en deuda nacional. El Gobierno tuvo que declarar, no obstante, una moratoria sobre el pago de la deuda externa.

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