Tragedia en el mar del japón La Flota de Guerra Rusa sufre su peor accidente desde el hundimiento del sumergible en 2000

El fantasma del 'Kursk' navega por aguas turbulentas

  • El accidente en el submarino nuclear 'Nerpa', que causó 20 muertos, perjudica la imagen de Rusia como proveedor de tecnología militar en el mercado internacional

El accidente en el submarino atómico ruso Nerpa en el Mar de Japón que causó 20 muertos no es sólo el peor de la Flota de Guerra de Rusia desde el hundimiento del Kursk hace ocho años. También arroja una nueva sombra de dudas sobre la situación de la infraestructura militar en la antigua Unión Soviética.

Los funcionarios de la Marina se apresuraron en subrayar que el Nerpa todavía no está en servicio y desplazaron la responsabilidad al constructor. Pero el trágico accidente del submarino, que llevaba funcionando hace tiempo, despertó dudas entre los expertos sobre la capacidad de Rusia para emprender la modernización de sus Fuerzas Armadas.

Para Rusia, el accidente en el extremo suroriental del país significa un duro revés en varios frentes. Por una parte, la ex república soviética demuestra cada vez que puede su músculo militar, como con el anuncio del estacionamiento de misiles tácticos en respuesta al escudo antimisiles de Estados Unidos en Europa central. Por otra, Rusia intenta posicionarse en el mercado internacional como proveedora de tecnología armamentista moderna, según demuestran sus recientes negociaciones con Venezuela, Libia o Siria.

La Marina india había firmado un contrato de usufructo para dos submarinos de la misma clase que el Nerpa por 650 millones de dólares. La construcción de la nave en el astillero de la oriental ciudad de Komsomolsk comenzó ya en 1991. Problemas internos del astillero paralizaron las obras entre 1996 y 2004. El jefe de la Marina de Guerra, el almirante Vladimir Vyssotski, subrayó que los sistemas de a bordo e instalaciones técnicas del submarino funcionan perfectamente. Los investigadores señalaron en un primer momento que el sistema de extinción de incendios se activó por motivos desconocidos, liberando el mortalmente tóxico gas freón.

Los primeros datos revelan que los 20 ocupantes del Nerpa muertos no llevaban máscaras de oxígeno. Otros 21 de los 208 viajeros en la nave fueron trasladados al hospital por envenenamiento.

Varias empresas de la Marina rusa aseguraron que el accidente no tendrá consecuencias para otros proyectos de prestigio del país. La construcción del moderno portamisiles submarino Yuri Dolgoruki se mantiene inalterada, al igual que la de nuevos portahelicópteros.

Los buques de guerra con infraestructura completa transportarán en el futuro los pesados helicópteros Ka-27, afirmó el constructor naval Stanislav Rudenko. Pero los militares se preguntan hace tiempo cuándo rendirá frutos la anunciada modernización del presidente Dimitri Medvedev.

El comandante en jefe apenas se ha pronunciado concretamente sobre la reforma militar y el mantenimiento de la "disuasión nuclear" desde que asumió el poder hace seis meses. La corrupción, también muy difundida entre los militares rusos, bloquea según los expertos importantes avances en la modernización.

Y también la crisis financiera y los menguantes ingresos por la exportación de materias primas de Rusia amenazan las reformas. Los expertos estiman que en doce años los misiles intercontinentales de la era soviética serán obsoletos. Los silos de misiles ya están rodeados de cruceros atómicos que van oxidándose.

Rusia, el segundo exportador mundial de armas después de Estados Unidos, trabaja hace años en el saneamiento de su industria armamentista, objetivo para el que aumenta año a año los gastos de Defensa.

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