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Los iraníes acuden a las urnas con la certeza de una victoria conservadora

  • El presidente Ahmadineyad responde a los reformistas y dice que su revolución significa llevar al Parlamento "la presencia de la gente".

Un total de 44 millones de iraníes estaban llamados este viernes a las urnas para elegir la composición de su Parlamento, en unas elecciones que contaron de antemano con la victoria segura de los conservadores, facción liderada por el presidente, Mahmoud Ahmadineyad. Los reformistas, cuyas candidaturas fueron diezmadas por el filtro de la ortodoxia chii, siguen reivindicando cambios en el país en un sistema estancado, algo a lo que el jefe de Estado respondió hablando se su particular "revolución", que consistiría en reflejar en el Parlamento "la presencia de la gente".

"Hoy, la nación iraní demostrará una vez más su madurez política". Así comenzó la radio estatal el relato de una jornada electoral iniciada a las ocho de la mañana, hora local, y a la que estaban llamados 44 millones de ciudadanos en alguno de los 45.000 colegios, para resolver con sus votos la composición de los 290 escaños del Parlamento, según informaciones de Al Jazeera. Los comicios se consideran un test previo para Ahmadineyad de cara a su reelección como presidente el próximo año y salvo hecatombe saldrá de ellos victorioso.

Las autoridades descalificaron a alrededor de 1.700 candidatos antes de la cita, la mayoría de ellos reformistas acusados de traición al Islam. Esta facción acusa al actual Ejecutivo de estar anclado en el pasado y frenar cualquier tipo de reforma o aperturismo. "Nuestra revolución significa la presencia de la gente. El Parlamento pertenece al pueblo y debería reflejar lo que quiere", señaló el presidente tras depositar su papeleta en Teherán acompañado por su 'número dos', Parviz Davoudi.

Por su parte, el Guía Supremo de la Revolución, Ali Jameini, hizo lo propio tras declarar que los electores deberían "votar por aquellos que pueden allanar el camino para el actual Gobierno, activo y deseando servir", en declaraciones a la prensa. Ya el pasado miércoles, Jameini indicó que los resultados "decepcionarán nuevamente al imperialismo, en particular a Estados Unidos".

Los comicios se celebraban en un contexto marcado en la parte doméstica por la alta inflación (20%) o el elevado índice de desempleados y, en lo exterior, por las continuas de Teherán con los países occidentales, especialmente a cuenta del programa nuclear. "Espero que hagan mejor el trabajo y presten más atención a la economía, el problema de la vivienda y la inflación", apuntó una mujer simpatizante de los conservadores.

Lo que nadie espera es un triunfo de la coalición reformista, inspirada por el ex presidente Mohammad Khatami, ya que la "victoria es clara" para los parlamentarios afines a Ahmadineyad, según una ama de casa de 25 años. Un resultado cantado y que seguro no molesta a Hassan Siavashi, de 45 años, y para quien votar constituye un "deber religioso". Sin embargo, no opina lo mismo un profesor retirado de 62 años partidario del "apoyo" al reformismo: "Si no votamos, sus oponentes tendrán más asientos".

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