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El régimen sirio demolió miles de viviendas de forma ilegal

  • La ONG Human Right Watch denuncia los derribos a gran escala realizados en barrios considerados opositores en Damasco y Hama

Las autoridades sirias demolieron en los últimos dos años, intencionada e ilegalmente, miles de viviendas en Damasco y en la provincia central de Hama, según imágenes de satélite, testigos y documentos audiovisuales a los que tuvo acceso Human Rights Watch (HRW), que lo denunció ayer en un informe.

La ONG se hace eco de siete casos de derribos a gran escala con explosivos y excavadoras, que podrían ser "castigos intencionados contra la población civil o para causar un daño desproporcionado a los civiles", ya que no sirvieron a ningún propósito militar.

Entre julio de 2012 y julio de 2013, las autoridades demolieron una superficie de al menos 140 hectáreas, equivalente a 200 campos de fútbol, en varios barrios de Hama y Damasco.

HRW destacó que muchos de los inmuebles destruidos eran bloques de pisos, con lo que miles de familias perdieron sus hogares en esos barrios, considerados bastiones de la oposición.

Según responsables del Gobierno y medios de comunicación leales al régimen, las demoliciones son parte de proyectos de planificación urbana o bien para acabar con las construcciones ilegales.

Sin embargo, aseguró HRW, los derribos fueron supervisados por el Ejército y, en ocasiones, se produjeron después de enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los opositores.

En ese sentido, la organización subrayó que no se han registrado demoliciones similares en zonas progubernamentales.

Una mujer, residente en uno de los distritos afectados, dijo a HRW que tras las demoliciones las Fuerzas Armadas llegaron al barrio y advirtieron con altavoces que destruirían el lugar como habían hecho con otras áreas si una sola bala se disparaba desde allí.

Varios dueños de casa destruidas señalaron que, al contrario de lo que afirma el Gobierno, sus viviendas disponían de todos los permisos y documentos exigidos por las autoridades. Además, se quejaron de que las fuerzas del régimen no les avisaron sobre las medidas que iban a tomar, por lo que les fue imposible llevarse sus pertenencias. Tampoco recibieron ningún tipo de indemnización.

Por otro lado, una semana después del comienzo de las negociaciones de paz para Siria, no se vislumbran avances entre las partes: en la sede de la ONU en Ginebra volvió a quedar ayer en evidencia lo distanciadas que están las posiciones, según comentaron delegados y diplomáticos.

Tras un nuevo encuentro hoy, el diálogo se retomará a más tardar a finales de febrero.

Representantes del Gobierno y de la oposición se reunieron ayer con el mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi. La delegación siria presentó un plan propio para "la lucha contra el terrorismo", que fue rechazado por representantes de la oposición.

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