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El régimen sirio recupera con ayuda de Hezbolá la estratégica ciudad de Al Quseir

  • La victoria asegura un pasaje seguro de Damasco a los refugios de la minoría alauí, a la que pertenece la familia presidencial. La oposición pide al mundo que "actúe de inmediato".

El régimen de Bachar al Asad se apuntó ayer una de las victorias más importantes contra los rebeldes desde el inicio del conflicto en Siria al recuperar el control de la estratégica localidad de Al Quseir, próxima a la frontera con el Líbano.

El Ejército, apoyado por milicianos del grupo chií libanés Hezbolá, lanzó una operación "rápida, decisiva y precisa" en esta población, situada en el oeste de Siria, donde el 19 de mayo inició una ofensiva contra los insurgentes.

Según la versión de las autoridades, los soldados dejaron espacio a los "terroristas", como denominan a los rebeldes, para que pudieran huir hacia las localidades cercanas de Buida y Dabaa, cuyo aeropuerto controla el Ejército, y "evitar así un mayor derramamiento de sangre de civiles".

Los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) reconocieron que sus brigadas tuvieron que retirarse de algunas zonas de la ciudad y que resistieron el avance del régimen por el sur, en un intento de ganar tiempo para evacuar al gran número de heridos que quedaban en Al Quseir.

De hecho, algunos activistas destacaron que los opositores retrocedieron por la escasez de efectivos y municiones, después de que el régimen bombardeara la localidad para abrir camino a los milicianos de Hezbolá.

Apesadumbrado, un destacado dirigente del ELS, que pidió el anonimato, afirmó que "Al Quseir ha comenzado a caer en manos de las fuerzas del régimen".

Este desánimo contrastaba con los sonrientes rostros del presentador y los corresponsales de la televisión estatal siria, que dedicó una programación especial a la toma por el Ejército de Al Quseir, que aparecía como una ciudad fantasma con numerosos edificios destruidos.

Una de las periodistas sobre el terreno confesaba, emocionada y con lágrimas en los ojos, que se sentía orgullosa del triunfo del régimen de Damasco.

Esta ciudad, de unos 25.000 habitantes, fue tomada por los rebeldes poco después de que comenzara la revuelta contra Al Asad en marzo de 2011 y era uno de los principales bastiones de la oposición.

Los insurgentes la consideran un enclave estratégico debido a su ubicación en la ruta que conecta el norte del Líbano, de mayoría suní, con la provincia central siria de Homs, lo que permite el abastecimiento de armas.

También es fundamental para el régimen, ya que esa carretera comunica Damasco con sus feudos de la costa mediterránea, de mayoría alauí, secta a la que pertenece el presidente.

Esta victoria consolida algunos de sus avances recientes en el campo de batalla, que han cambiado el equilibrio de fuerzas en favor de los hombres de Al Asad.

Las Fuerzas Armadas advirtieron en un comunicado que el triunfo en Al Quseir es "un mensaje claro para quienes participan en la agresión a Siria, encabezados por el enemigo sionista, sus agentes en la región y sus elementos sobre el terreno". "La lucha contra el terrorismo continúa para recuperar la seguridad y la estabilidad en todo el territorio sirio", según el Ejército.

Consciente de la desventaja de los rebeldes, la Coalición Nacional Siria (Cnfros), la principal agrupación de la oposición, instó a la comunidad internacional a que actúe de inmediato.

Mientras, el Gobierno británico cree que hay cada vez más pruebas que apuntan al uso de armas químicas por parte del régimen, pero quiere que la ONU investigue en profundidad el caso.

El Gobierno se refirió a estas armas después de que el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, afirmase el martes tener constancia de al menos "un caso" en que se ha usado gas sarín por parte del régimen.

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