Elecciones en eeuu La inmigración en el punto de mira

El voto latino, en edad de merecer

  • Los latinoamericanos son un importante electorado en potencia y tanto demócratas como republicanos intentan conseguir los favores de la mayor minoría de EEUU, cada vez más conscientes de su influencia

Los latinos ostentan el título de la mayor minoría de EEUU, lo que representa un nuevo desafío para quienes creen en el poder de asimilación del país, formado históricamente por inmigrantes llegados en busca del llamado sueño americano.

Para las próximas elecciones, los partidos se han tomado más en serio el potencial de este colectivo, cada vez más numeroso y más consciente de su capacidad de decisión. Pero queda mucho trabajo por hacer hasta que el 56 por ciento de latinos que no votaron en las pasadas elecciones se acerquen a las urnas en 2008, según afirma Javier C. Angulo, miembro de Naleo, la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos que se dedica al fomento del voto de este sector en EEUU.

Los datos oficiales hablan de 46 millones de inmigrantes llegados desde el sur del continente, de los que sólo 16 cumplen los requisitos necesarios para votar, una cifra que equivale a la mitad del censo electoral en España. Pero el poder que su número les otorga no parece movilizar a este colectivo, ya que en 2004 sólo ejercieron su derecho al voto poco más de 7 millones.

El motivo de la escasa participación se debe, según asegura Angulo, a la desinformación, las trabas burocráticas y a la falta de confianza en el sistema político norteamericano. A esto hay que sumar 12 millones que son indocumentados y más de 15 millones que son menores.

Ante la evidencia de que los latinos son un colectivo que está en edad de merecer, los políticos les tiran los tejos, cada uno a su manera: debates televisados en español, páginas web dedicadas al reclutamiento de voluntarios para la campaña, medidas electoralistas y referencias latinas en los discursos de los candidatos son una muestra de este interés. Pero la estrella de los guiños a los latinos es la política de inmigración.

Los republicanos critican severamente la amnistía propuesta durante el pasado verano que alcanza a uno de cada tres inmigrantes según datos del censo y prometen construir un muro en la frontera mexicana que impida la entrada de ilegales en el país.

"Los demócratas por su parte han presentado una reforma migratoria que da una oportunidad a millones de ciudadanos indocumentados", según explica Angulo. Pero esto es un arma de doble filo y ambos partidos son conscientes de que tienen que equilibrar sus posturas para no entrar en confrontación con el resto del electorado autóctono; ni los demócratas pueden excederse en mejoras para la inmigración, ni los republicanos deben afanarse en controlar las fronteras a base de deportaciones y muros.

Pero éste no es el único tema que preocupa a los latinoamericanos. De hecho el votante inmigrante pertenece en su inmensa mayoría a la clase trabajadora, según analiza Antonio González, miembro de Svrep, otra asociación dedicada a estimular el voto de este colectivo. Coincide en su análisis con Angulo al asegurar que las principales reivindicaciones son la educación, el acceso a la vivienda, la sanidad y el trabajo, básicamente las promesas del sueño americano que buscaban cuando emigraron al norte.

El voto latinoamericano crece y se decanta por la izquierda. Una encuesta publicada por el Pew Hispanic Center asegura que el 57 por ciento de los latinos inscritos para votar son demócratas, frente a un 23 por ciento que se alinea con el partido republicano.

El reparto entre los candidatos, según el estudio divulgado por Pew, quedaría así: entre los latinos demócratas, el 59 por ciento se decanta por Hillary Clinton y el 15 por ciento prefiere a Barack Obama. Los republicanos más aclamados por este colectivo son Rudolph Giuliani con un 35 por ciento de apoyo, y Fred Thompson con un 13 por ciento de latinos a su favor.

Según este mismo sondeo, la previsible avalancha de votos hacia los demócratas coloca a los republicanos en los bajos índices de 10 años atrás. Las políticas migratorias despiadadas que tanto dieron que hablar desde el pasado verano no les ayudan a conseguir los favores de este electorado.

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