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El xenófobo Orban desafía a Bruselas jaleado por los euroescépticos

  • El primer ministro húngaro protagoniza un encontronazo con el líder de su partido en la Eurocámara el alemán Manfred Weber

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y Manfred Weber, el líder de su partido en la Eurocámara, el Grupo Popular Europeo (PPE), escenificaron ayer su tensión en pleno debate sobre el Estado de Derecho en Hungría. El político alemán ha dado a sus diputados libertad para votar a favor o en contra de Orbán, pero anunció que pedirá la UE que aplique sus tratados en Hungría.

Orbán fue aplaudido por las fuerzas euroescépticas al dejar claro que no piensa tener en cuenta la opinión del Parlamento Europeo sobre la salud de su democracia, al tiempo que el propio Weber animaba a los líderes a tomar una decisión sobre la deriva del Gobierno de Orbán en el Consejo Europeo.

En el debate previo a que la Eurocámara decida mañana si recomienda aplicar el artículo 7 de los tratados comunitarios a Hungría, Orbán ha culpado con vehemencia a la UE de querer imponerse frente a los designios del “pueblo húngaro”.

El primer ministro, del nacionalista Fidesz, ha acusado a los eurodiputados de pretender “acallar” al pueblo húngaro y querer “dar lecciones de lo que le conviene o no le conviene”. Orbán ha reivindicado “el derecho del pueblo húngaro” decidir sobre su gestión de la inmigración, en referencia a las críticas por las vallas construidas en sus fronteras y el trato a los refugiados.

La respuesta de Manfred Weber

Tras él ha llegado el turno de Weber, a favor de aplicar el artículo 7 a Hungría pese a que pueda desencadenar la salida del Fidesz del PPE. “Hay que velar por atender los valores europeos en todas las ocasiones y en todas las familias políticas”, ha dicho Weber, en la carrera para ser presidente de la Comisión Europea.

Weber se ha dirigido directamente a Orbán para recriminarle que si bien “se pueden tener ideas distintas sobre la inmigración” lo que “no se puede es decir es que hay que tener miedo a los musulmanes, porque eso abre aún más la brecha y creemos en una Europa con libertad de religión y separación entre Iglesia y Estado”.

El mismo día que en Estrasburgo se debatía sobre la respuesta de Europa a la llegada de inmigrantes a sus costas, cerca de 100 personas desaparecieron en el Mediterráneo al hundirse una embarcación frente a las costas de Libia, informó ayer a una fuente de Médicos Sin Fronteras (MSF). De acuerdo con su relato, otros 276 migrantes, que lograron sobrevivir al desastre, fueron capturados por guardacostas libios y llevados a un centro de detención.

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