Dos años antes de lo habitual y mejor que todos los demás. El joven granadino Abel Delgado Vallejo ha conseguido un excepcional logro personal y académico. Con 16 años –cuando lo usual es hacerlo con 18– ha realizado las Pruebas de Acceso a Estudios Superiores de Piano y lo ha bordado. Su nota es la más alta de todos los aspirantes de la comunidad, un 9,32 que le abre las puertas de cualquier conservatorio andaluz. Se quedará en Granada, en el Victoria Eugenia, al tiempo que comenzará sus estudios de Bachillerato en el IES Madraza.

En el Superior estudiará con el catedrático Antonio Sánchez Lucena. Antes, Abel ha estado acompañado en su formación musical por el profesorado del Ángel Barrios. Estudió los primeros años de piano con la profesora Silvia Rosa Montero, y luego con María de los Ángeles Munilla. Llegó al Conservatorio Profesional con 8 añitos, animado por sus padres, aunque reconoce que “no lo tenía muy claro”. En este tiempo, ha compaginado sus estudios en el Conservatorio con las clases en el colegio y ahora en el instituto, rutina que continuará en estos dos próximos cursos. Abel adelanta que, posiblemente, en dos años comience con su formación en Composición, una vez que finalice la Selectividad.

A las pruebas de acceso se han presentado unas 90 personas. Y aunque lo habitual es enfrentarse a ellas con 18 años, una vez finalizado el instituto, Abel ha trabajado duro este curso para afrontar el reto. El examen se compone de tres partes, la primera un análisis, la segunda una interpretación tras una lectura a primera vista de una partitura. Finalmente, los aspirantes deben afrontar la interpretación de varias piezas. Para afrontar con garantías la evaluación, Abel dedicó prácticamente al completo el mes de junio a prepararse, con cuatro horas al día al piano, más una o dos horas de análisis. El esfuerzo (que también ha realizado a lo largo de todo el curso) ha merecido la pena.

Su madre, Consuelo, destaca que “lo normal es presentarse a estas Pruebas de Acceso con 18 años, pero Abel estaba dos cursos adelantado en sus estudios de piano, por lo que previamente ha tenido que realizar la Prueba de Madurez, donde ha tenido que realizar exámenes de Lengua y Literatura e Historia de España de nivel de Segundo de Bachillerato y Ebau. Prueba que también ha superado de manera excelente con la máxima calificación, un 10”. Es un estudiante que se define como muy exigente consigo mismo. Reconoce que le “cuesta” no ponerse a estudiar para sacar lo mejor. Fruto de ese carácter son unos excelentes resultados cosechados a lo largo del curso: Ha obtenido el primer premio de expediente del Grado de Profesional del Conservatorio Ángel Barrios, con un 9,55 de media, y el premio al mejor expediente de la Secundaria en el IES La Madraza, con un 10 de nota media.

El joven reconoce que estos resultados “cuestan”, y que en ocasiones ha sentido que le faltaba el tiempo. También señala que la pandemia, curiosamente, ha podido incluso venirle bien, ya que al tener docencia online ha podido exprimir al máximo las jornadas en casa.

Apunta que una de sus principales bazas como pianista es la técnica, y en los últimos años ha trabajado en la interpretación, en dar color y calor a las composiciones. Considera que es “lo más difícil”, pasar del papel, de la partitura, a la emoción. Cita entre sus autores favoritos a Beethoven y a Chopin, mientras que en el terreno de la interpretación a Lang Lang o Jarovich.

Sobre sus próximos pasos, apunta a que “la verdad es que no sé” si se dedicará al piano, y reconoce que también le gusta la composición. “Lo que sé es que me gusta la música”.