Fuente Vaqueros acogió ayer en el Centro de Estudios Lorquianos la inauguración de la exposición Aliento de alamedas, en el que se pretende analizar la relación entre la obra de Federico García Lorca y el paisaje que lo rodeaba. La muestra, producida por el patronato Federico García Lorca desde su concepto inicial hasta la elaboración plástica y fotográfica, fue inaugurada por el director de la casa-museo de Lorca en Fuente Vaqueros, Alfonso Alcalá.

La muestra es una continuación de las jornadas que sobre Literatura y paisaje ocuparon el ciclo Disfraces de noviembre de 2010. El patronato mantiene en la muestra, como una de las líneas importantes de su programa, la continua reivindicación de los territorios que influyeron en la vida y obra del poeta, según informa en un comunicado.

"Con esta nueva actividad, que tiene la Vega de Granada como tema central, se insiste en la necesidad de trabajar para el fomento y la puesta en valor de este inmenso patrimonio natural, donde están ubicados los municipios de Fuente Vaqueros, cuna de García Lorca, y Valderrubio, todo en su conjunto está intrínsecamente unido a nuestra cultura literaria a través de la obra lorquiana", añade la institución.

Aliento de alamedas es una propuesta doble a modo de instalación: por un lado se trata de una exposición, una intervención plástica de la sala, que la convierte en secadero de tabaco, y un elemento y símbolo de estos paisajes visto desde el interior de cualquier secadero construido a base de madera, cañizos y ladrillos.

Su estructura sugiere una fiesta de contraluces, que el objetivo de la cámara fotográfica ha capturado para después fijarla sobre las paredes de la sala, jugando con sus líneas de una abstracción y hermosura, "que muchas veces no alcanzamos a ver, quizá por la costumbre de su presencia cotidiana", apunta el patronato García Lorca.

Por otro lado, sobre los trazos negros, se expone una colección de fotografías con imágenes actuales de la Vega, entendidas como un fruto y metáfora de este territorio. Las fotos enseñan sus múltiples perfiles e invitan al vistante a pasear por el patrimonio presente, fuente de inspiración de la más pura poética lorquiana.

Todo ello va ilustrado con una selección de textos de Federico García Lorca, extraídos sobre todo de su primer libro Impresiones y paisajes y del Libro de poemas. Las palabras del poeta en esos verso hablan del misterio de todas las cosas que rodean a la gente de esos lugares y de la belleza latente en ellas, a la espera de ser descubierta. Para la exposición se ha recreado un espacio sonoro con música de Isaac Albéniz que dedicó a la Vega de Granada y sonidos de las aves que habitan estos campos.

Lorca siempre tuvo como referencia poética los paisajes de su infancia. En sus poemas de juventud, la Vega era una constante en sus versos, así como el minúsculo mundo de la tranquilidad de las alamedas, con sus insectos, los pequeños dramas de la naturaleza y el rumor de los ríos. Esa sensibilidad de García Lorca se haría cada vez más intensa hasta desembocar en los versos contundentes y mazicos de libros como Poeta en Nueva York.