En la oficina de su productora, Juan Lebrón (Antequera, 1953) nos enseña los vídeos y películas que ha realizado a lo largo de su carrera en su iPhone de última generación. "Es increíble cómo todo el trabajo de una vida puede caber finalmente en un aparatito tan pequeño", concluye el responsable de Sevillanas y Flamenco. El productor también recuerda con sorna cómo hace unos meses The New York Times publicaba el titular "Lebron is back". A sabiendas de que ese Lebron no era otro que el baloncestista Lebron James, al productor le hace gracia pensar que ese mismo titular pudiera valer para su reentré después de un par de años de parón productivo a causa de la crisis y de una inesperada enfermedad.

-En estos últimos tiempos, ¿pensó en alguna ocasión en tirar la toalla?

-En absoluto, ese tipo de ideas no están en mi naturaleza. No han podido conmigo ni la situación de la empresa, ni la crisis, ni la enfermedad. En este tiempo he visto que el cáncer transforma a la gente, y no sólo a uno mismo. De repente, amigos de siempre empiezan a rehuirte. Luego está esa otra gente que reaparece en tu vida o se acerca a ti para mostrarte afecto cuando no lo esperabas. Luego están, cómo no, los hijos de puta de siempre. Félix Rodríguez de la Fuente me decía: "Lebroncillo, si estás enfermo, nunca lo muestres, hay gente que espera tu debilidad para atacarte y machacarte…". Aquello se ha confirmado, pero para contrarrestarlo me acuerdo de la canción Highwayman que cantaba Willie Nelson para seguir adelante con más fuerza y con las ideas más claras.

-¿Cómo se adapta una pequeña productora como la suya a esta situación?

-La enfermedad ha coincidido con la crisis y con un momento de incertidumbre en el sector audiovisual. Yo he podido salir adelante gracias a la ayuda de mi familia y al enorme sacrificio de los empleados de la productora en los peores momentos. En todo este tiempo, también he recapacitado mucho sobre el modelo de empresa de cara al futuro. Yo vengo de la vieja escuela, he aprendido con los maestros de la televisión cuando la televisión era todavía una escuela para la profesión y su lenguaje no estaba tan devaluado como ahora. Es posible que, en ocasiones, me haya dejado llevar por las viejas maneras de hacer las cosas cuando eso hoy ya no es competitivo ni sensato. Y todo ello a pesar de estar siempre al día en lo que respecta a la tecnología y contando siempre con los mejores profesionales. En lo que respecta a la gestión y a la explotación de los productos, una empresa como la nuestra necesita ponerse al día, introducirse en nuevas dinámicas que diversifiquen nuestra presencia en el mercado más allá de las pantallas de cine, la televisión o la venta de DVD. Es precisamente por eso por lo que en esta nueva etapa se ha incorporado a la empresa Rafael Salgueiro, una persona con enorme prestigio en el sector y una visión de futuro capaz de resituar a nuestra marca en un nuevo panorama audiovisual mucho más complejo.

-¿Qué horizonte tiene entonces por delante?

-Tenemos en nuestras manos la imagen de Andalucía con la mayor calidad posible. Llevamos veinte años acumulando cerca de 300 horas con las imágenes de Andalucía más espectaculares que nunca se hayan rodado, y lo más importante, en formato cinematográfico 35mm, lo que nos permite adaptarnos a los nuevos soportes y formatos con las mejores prestaciones imaginables. De todo este material, el público apenas ha visto hasta ahora un 5%, en series como Andalucía es de cine. Es decir, aún nos queda un 95% de material inédito con el que trabajar.

-¿Y qué piensa hacer exactamente con todo este material?

-Nuestro proyecto ya tiene nombre, Andalucía Windows. Se trata del mayor contenido temático sobre Andalucía para difundir su imagen, su geografía y su cultura por el mundo en la próxima década. Ahora toca digitalizar todo este material para poder convertirlo en un producto versátil para el que ya tenemos pensados formatos de distinto tipo que van a revolucionar el sector audiovisual. Andalucía Windows será además un vehículo excepcional para proyectar espacios publicitarios muy efectivos a unos costes asequibles. Estamos abiertos a la entrada de patrocinadores que podrán ver reforzada su imagen de una forma impresionante. Y no sólo las grandes marcas, también las pequeñas y medianas empresas podrán tener su hueco.

-¿Dónde y cómo podrá verse Andalucía Windows?

-Ésa es otra de las cuestiones claves del proyecto. Siempre tuve claro desde mis primeras producciones que el futuro del audiovisual pasaba por formatos breves y versátiles. Si ves Sevillanas o Flamenco, cada número funciona perfectamente de manera autónoma, aunque forme parte de un todo. En el caso de Andalucía Windows, tenemos en mente formatos originales que van mucho más allá del paisajismo con el que el público identifica nuestras producciones. Habrá una fusión entre documental y ficción como no se ha visto hasta ahora, gracias a las infinitas posibilidades de la postproducción digital. Y en lo que respecta a la distribución y la exhibición, ahí están Internet y los dispositivos multimedia para comercializar el producto de acuerdo a los nuevos hábitos de consumo. La gente lo que quiere hoy es apretar un botón de su móvil y descargarse en el acto un vídeo o una canción.

-¿Para cuándo estará listo Andalucía Windows?

-El material de base ya está y en las mejores condiciones. Ahora toca transferir todo este banco de imágenes a calidad digital 4k, que en estos momentos está por muy por encima de los estándares de televisión. Para realizarlo necesitamos la participación de socios que aporten los fondos para adquirir la tecnología y formar el equipo humano necesarios. En cualquier caso, mi idea es poder presentarlo en Cádiz en 2012 con motivo del 200 aniversario de la Constitución de 1812.

-Ahora que le salen tantos hijos e imitadores, ¿por dónde piensa dejarlos atrás?

-No basta con duplicar los títulos o explotar los formatos para mejorarlos. En cuanto ponga en pie Andalucía Windows quiero cumplir mi sueño de contar con Martin Scorsese para rodar una noche flamenca en el Teatro Apolo de Nueva York.