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'Ángeles y demonios' sacude Roma

  • Howard y Hanks, interesados en llevar al cine la nueva novela de Dan Brown

Ángeles y demonios irrumpió ayer en Roma de la mano de Tom Hanks y Ron Howard, que presentaron a la prensa el filme junto al autor del homónimo libro, Dan Brown, y los demás actores que protagonizan la acción, el británico Ewan McGregor, la israelí Ayelet Zurer y el italiano Pierfrancesco Favino.

Hoy tendrá lugar el estreno mundial de la película en el Auditorio Parco Della Musica de la ciudad eterna, mientras que ayer, las estrellas hollywoodienses también se pasearon ante las cámaras en el simbólico Castel Sant'Angelo, que está situado a dos pasos del Vaticano y donde también se han girado varias escenas del filme.

Al igual que El código da Vinci, Ángeles y demonios explota algunos de los misterios y leyendas que han ido surgiendo a lo largo de la bimilenaria historia de la Iglesia católica. En esta ocasión, Brown elige la secta de los Iluminati, una antigua asociación secreta que tiene en su poder una terrible arma nuclear y se propone hacerla explosionar dentro del Vaticano, justo cuando se está celebrando el cónclave para la elección del nuevo Papa.

En algunos puntos, la adaptación cinematográfica se ha disociado del libro, aunque esto no se ha debido a ningún intento por "suavizar o reforzar" la controversia con la Iglesia, aseguró Ron Howard. "La necesidad de mantener la tensión limitaba los detalles de la historia", a diferencia de lo que ocurrió con El Código da Vinci, donde "había más tiempo para explicar estos detalles", explicó.

Por su parte, Dan Brown afirmó que los cambios realizados han hecho que el filme fuera "veloz" y "muy bueno" y que, en todo caso, no se han hecho para "acontentar a nadie". En cuanto al origen de la historia, explicó que le vino a la cabeza con ocasión de un viaje que realizó hace años a Roma junto a su mujer y en el que le contaron las dificultades con que se habían topado algunos científicos para llevar a cabo sus investigaciones a causa del Vaticano.

De ahí le vino la idea de escribir algo sobre los Illuminati, que en Ángeles y demonios se convierte en una antigua sociedad secreta que en la actualidad se quiere vengar del Vaticano por las injusticias que cometió en el pasado contra los hombres de ciencia. Lo que cuentan tanto en el libro como en la película "son historias de ficción construidas sobre elementos del mundo real", dijo Brown, quien cree que sus novelas sirven para que la gente se plantee más preguntas y se lance a estudiar a fondo las incógnitas que ha dejado atrás la historia.

Por su parte, Ron Howard consideró que, si bien es verdad que tanto El código da Vinci como Ángeles y demonios pueden generar controversia, también ayudan a las personas a "creer y a reflexionar sobre su propia fe" e incluso han ocasionado la creación de "grupos de estudio bíblico".

Sin embargo, después de las ampollas que levantó El código da Vinci, el Vaticano no ha puesto demasiado esfuerzo en esconder su malestar y no ha concedido ninguna autorización para que el rodaje de Ángeles y demonios se realizara en el interior de iglesias o monumentos de su propiedad.

Además, el obispo más anciano de Italia y el segundo del mundo, Antonio Rosario Mennonna, denunció públicamente el contenido "altamente denigratorio, difamatorio y ofensivo para los valores de la Iglesia y para el prestigio de la Santa Sede", según informaron los abogados del prelado.

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