Arte hoy

Arriba y abajo Línea y color

  • David Nesbitt propone un mundo de ensoñaciones que surgen de la línea y sus múltiples posibilidades. Virtudes Barros explota el color y la expresividad en un trabajo común sobre papel de algodón

Abajo está Virtudes Barros. Arriba, David Nesbitt. Ella explota el color y la fuerza de una expresión facial o un objeto y él se sirve de su experiencia como dibujante para demostrar que una línea puede hablar todos los idiomas del mundo. Primera línea es como una litera artística que propone dos formas diferentes de entender el arte.

Si Barros propone rupturas esperanzadoras en cuadros como Grito a la vida, Nesbitt critica con La Medusa el creciente abuso y dependencia de la red. La artista granadina lo hace con un retrato de una sobrina: "Pasaba por un momento en que necesitaba gritar, pero no como algo malo sino al contrario, y en la obra aparece una niña agarrándose las coletas". El estadounidense -que reside en Granada desde 1990-, se sirve de una composición hecha a base de líneas que simulan un chorro de cables, emulando el monstruo mitológico de cuya cabellera salían serpientes.

Aunque sus obras no se parecen en nada, les une una gran amistad desde hace seis años y un objetivo común, la utilización e investigación del papel de algodón: un material hecho a mano, proveniente de India, que envejece mucho mejor que el comercial, pero que casi nadie utiliza por su dificultad. El problema de este material es que es muy complicado pintar en él. "Cuando lo mojas -explica la pintora-, se desmorona y cuando pintas en pastel, se rompe". Sin embargo, perdura mucho en el tiempo y ambos emprendieron un arduo trabajo de investigación para subsanar sus fallos, algo que les ha llevado incluso más tiempo que pintar todos los cuadros de la exposición, 44 obras en total.

"Nos hemos llevado un año y medio experimentando técnicas que pudieran mejorar su calidad hasta que dimos en el clavo y descubrimos que con un baño de agua cola el papel es mucho más fuerte".

Un año después, surgió la exposición Primera línea. Una propuesta de David Nesbitt, para quien la línea es fundamental. Nacido en Oregón, ha desarrollado una importante carrera como ilustrador en revistas americanas y españolas. La exposición comienza con un escrito del autor en el que explica las posibilidades de un recurso que fue el origen de los primeros dibujos. La línea.

"Una simple línea puede decir mil cosas diferentes". De ahí a decenas de ellas cruzadas, enrevesadas y paralelas componiendo rostros, personas, membrillos o seres fantásticos, como un perro vestido de cura: "Un pastor alemán", uno de los personajes en los que Nesbitt recurre al humor para hacer partícipe al espectador.

De la abstracción al hiperrealismo, esa suerte de litera de dos pisos comunica y separa a la vez dos exposiciones individuales y únicas, por un lado, pero que comparten un nombre y una forma de entender el arte. Como explica Barros, "los dos queremos crear un diálogo con el visitante. No importa que no se entienda de arte para ver más allá. De hecho, si no miras así las obras de David es difícil comprenderlas". Donde parece que sólo hay líneas aparecen miles de personajes".

Quizás tenga algo que ver con su profesión como biólogo, "su arraigo a la naturaleza, a las semillas, a las raíces". Donde a primera vista sólo hay un árbol, se vislumbra una Mano podada.

Ella, por su parte, pinta bodegones, cuerpos humanos y retratos. Se sirve de un Zapato rojo para hacer un paralelismo entre la mujer occidental y la musulmana. "De frente parece una pantufla típica árabe, pero en la sombra aparece un tacón". En Tú, los dedos de cinco manos señalan incisivos al espectador. "Puede tener dos sentidos. Hay quien pueda sentirse bien, admirado... Pero para quien no tenga la conciencia limpia y tenga algo que ocultar, puede parecer una auténtica pesadilla".

El pastel, el carboncillo, la tinta china, el óleo, el collage, el acrílico y el grafito son las técnicas que ambos utilizan en sus obras sobre papel de algodón. Seguirán investigando con él. De hecho, el gran objetivo de dos artistas con perfiles creativos tan diferentes es hacer su propio papel.

"Merece la pena por lo bonito que es y lo mucho que dura en el tiempo seguir investigando y crear nuestro propio papel de algodón". Seguirán, por tanto, trabajando en dos mundos paralelos entre algodones.

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