La pintura más actual, las ideas más frescas y las tendencias más revolucionarias llegan a la galería Jesús Puerto de la mano de noveles autores que despuntan en el panorama artístico de la ciudad con una selección de sus trabajos más recientes que conforman una muestra colectiva que se podrá visitar hasta el 24 de febrero. Más de una veintena de piezas integran Ocho jóvenes pintores, donde paisajes, figuraciones, escenas urbanas se pueden observar a gran o pequeño formato, sobre tablas de madera, lienzos o papel.

Una variedad de pinturas que, a pesar de distinguirse por sus temáticas o técnicas, coinciden en su esencia: el amor al arte. "No importa el argumento, la trama o el contenido, lo importante es pintar, el resto es solo una excusa", explica Bernardino Sánchez, Nino, como prefiere que le llamen, mientras describe la pieza que incluye en la muestra.

Al aire libre o en el estudio son los dos escenarios a los que recurren los jóvenes a la hora de componer sus creaciones. "El tamaño condiciona mucho", recuerda Francisco Carreño, "para pintar en la calle son más cómodos los pequeños formatos ya que a la hora de transportarlos son más fáciles de llevar". Dependiendo de los gajes del oficio cada uno se predispone a lanzarse al exterior o bien trabajar con la fotografía y en su taller, como lo hace David Calderón que participa en la colectiva con tres piezas en las que prevalecen las escenas urbanas con estilo realista y un enfoque particular, vislumbrar el horizonte al ras del suelo, "de esta manera busco darle más profundidad al cuadro".

Como autores granadinos, bien por nacimiento o por adopción, coinciden en trasladar a sus obras imágenes de la ciudad. Con tonalidades más llamativas como las que muestra Franchu Medialdea, en la serie que retrata el Camino del Darro desde distintas perspectivas, a través de manchas, pinceladas y marcas de lápiz para trazar panorámicas a vista de "telemascope", o en cambio la oscuridad "tenebrosa" y al mismo tiempo "romántica" fruto del trabajo de Silvia Martín Cabello, segundo premio de la última edición del Certamen de pintura de Emasagra Granada y el agua. Las gotas grises, blancas y negras se deslizan por el cuadro provocando un efecto lluvioso y una vista abstracta. La autora trabaja un estilo singular que causa mucho impacto en el público.

El movimiento es uno de los rasgos que destacan en todas las piezas de la muestra. Una de las obras que por sí misma exclama la palabra 'movimiento' es la de Leonors Solans, una joven artista que se tacha de "ingenua" y cuyo amor a los cuentos y la fantasía la lleva a retratar a los niños que "todos llevamos dentro". Para esta ocasión, un tríptico que enlaza tres escenas en las que una niña risueña brinca de alegría.

El grupo de jóvenes artistas confiesa, en palabras de Carreño, que Granada es una buena ciudad para desarrollar esta profesión, "aunque a veces son sólo unos pocos los que destacan por falta de espacio". Aunque sí confirman la buena labor que lleva la Facultad de Bellas Artes que a través de becas, talleres y actividades promueven el trabajo de 'sus jóvenes promesas' por la provincia y fuera de ella.