Gabriel Celaya no entendía la poesía como un artilugio elitista al alcance de unos pocos, sino como un bien de las mayorías con el que transformar el mundo. "Maldigo la poesía concebida como un lujo / cultural por los neutrales / que, lavándose las manos, se desentienden y evaden", decía en uno de sus textos.

Esta misma idea defiende la Asociación Entrelibros, que fue reconocida este miércoles con el Premio Nacional al Fomento de la Lectura 2019 junto a Radio Nacional de España. "La literatura pertenece al conjunto de la sociedad, que es una obra destinada a todos, independientemente de su condición social o económica", sostiene el presidente de la entidad granadina galardonada, Juan Mata.

El Ministerio de Cultura reconoció a la asociación con este premio por "promover experiencias lectoras con las que transmiten emociones positivas que contribuyen a mejorar la vida de las personas en contextos especialmente vulnerables"; mientras que a RNE le ha sido concedido "por favorecer de manera inclusiva el acceso a la lectura mediante una amplia parrilla de programas".

"Estamos muy orgullosos y muy sorprendidos", reconoció el presidente de la asociación mientras conducía hacia el Centro Penitenciario de Albolote, uno de los lugares habituales donde la entidad desarrolla su trabajo. La Botica de Libros en Cartagena, la asociación que se hizo con este mismo premio en 2019, propuso su candidatura.

En la Ciudad de los Niños

"No nos conocemos personalmente. Ana e Isabel -de la Botica- buscaron por internet y dieron con nosotros. Es emocionante que dos personas desconocidas te defiendan ante un prestigioso jurado por una razón nada interesada y absolutamente generosa y altruista. Es un regalo doble", confesó emocionado Mata.

Entre los fundadores de la asociación, creada en 2010, había dos profesores de Lengua y Literatura, una cirujana, una profesora de educación infantil y un administrativo. "Hablamos de perfiles muy variados, sí, pero a todos nos unía el amor por la literatura" destacó su presidente. La composición actual del grupo de voluntariado de unas 50 personas es muy diverso. "Vienen estudiantes, personas jubiladas y funcionarios. Eso sí, el 98% del voluntariado son mujeres", precisó.

Sacudirse la idea elitista de que los libros no son escritos para todos es uno de los objetivos de la asociación. "Es una idea obsesiva. Ahora venimos del Centro Penitenciario de Albolote. Puede haber personas con estudios universitarios, semianalfabetas o directamente analfabetas. La literatura si la podemos hacer visible, audible, a todo tipo de personas, está cumple su papel. La literatura no es patrimonio de una minoría, sino patrimonio de todo el mundo", insistió Mata.

Desayuno con letras

La Asociación Entrelibros trabajan con presos, mujeres víctimas de violencia machista, personas sin hogar y menores en riesgo de exclusión, entre otros colectivos. "La literatura, o más bien la palabra, actúa de una manera diversa en función de quien la reciba. A un niño en oncología la palabra le puede hacer reír, soñar, imaginar, activar sentimientos y dar esperanza. Es diferente a lo que ocurre en el centro penitenciario, donde una mujer nos dijo que la sesiones de lectura le quitaban mucha cárcel. Esos alivios, esas lecturas, tienes una función psicológica extraordinaria: olvidar, pensar sobre su vida o emocionarse", explica.

"Lo unificador es que la palabra cumple su verdadera función. Hablamos de una palabra que ayuda, que hace pensar, que emociona, que da esperanza, que alivia, que produce bienestar. Es una función social y ética fundamental", reflexiona.

Actividad en el hospital

¿Podemos hablar de un premio a la palabra sanadora? "Se utiliza con mucha frivolidad y nos da reparo. La palabra puede ayudar a la persona a desahogarse, sí. Esa capacidad de la palabra para mover todo lo que el ser humano tiene y representa es el gran valor de la literatura. Que no es para hacer análisis sintácticos, métrica o estudios filológicos, es para que esa palabra diga algo a la vida de las personas que la leen", defendió el presidente de la entidad granadina.

¿La literatura es un arma cargado de futuro? "Lo es. Muchas veces el hecho de pensar a partir de un texto, un poema, un relato, un texto científico, un fragmento de un ensayo filosófico, da esperanza. Un día, un hombre que vive en la calle y participa en nuestras actividades nos dijo: "Cuando asisto al taller de lectura sacáis al intelectual que yo llevo dentro". Él descubre que sus cualidades ocultas también están ahí, y es una persona que puede pensar, sentir, y encontrar soluciones a su situación. Basta que aparezca una oportunidad de que un texto le haga hablar y pensar para entender que tiene capacidad intelectual. La sacan los libros", afirma orgulloso Mata, quien considera que, "afortunadamente, la literatura trata a todos por igual".

Bajo el lema "leer con otros", la institución comparte lecturas en el Centro de día para personas mayores Zaidín, la Casa de acogida de mujeres víctimas de violencia machista o el Hospital Universitario Virgen de las Nieves. "Con la preposición con se han formado las palabras más bellas de la literatura española: convivir, conversar. Nosotros hemos acuñado una palabra: conleer. Me refiero a ese momento en que la literatura adquiere una condición de ayuda, de convocatoria, de llamamiento", relató Mata. De momento, esta llamamiento sigue alimentado una bonita comunidad de lectores de todo tipo. Por muchos años más.