Música

"El de 'Astronauta' es un viaje muy, muy bestia"

  • Zahara comienza la gira de su nuevo trabajo, que recalará en Granada el 1 de febrero

Zahara.

Zahara.

Nariz plateada, raya de pelo perfecta y retórica de colegio privado de campeonato... Así arremete Zahara en Hoy la bestia cena en casa contra un estereotipo de líder de opinión bajo el que, a su juicio, "cada día encaja más gente", insensible al progreso social en general y al feminismo en concreto.

Y eso que cuando la compuso no podía imaginarse el ascenso electoral de la ultraderecha en su tierra, Andalucía. "Me parece ciencia ficción. No comprendo, teniendo en cuenta lo que para ellos somos las mujeres y los seres humanos en general, cómo alguien puede querer aliarse con Vox", denuncia, "desilusionada" con políticos a los que "no importa el país ni los ciudadanos, solo los puestos de poder".

María Zahara Gordillo (Úbeda, 1983) habla así después de haber acaparado atención mediática no solo por su cuarto LP de estudio, Astronauta, que incluye la citada canción (aparentemente un alegato contra la maternidad surrogada) y que es finalista de la prensa musical al Premio Ruido al mejor disco español de 2018, sino también por poner rostro y voz a un programa de TV titulado Canciones que cambiaron el mundo.

"Los artistas tenemos un compromiso con la sociedad. Nuestro mensaje tiene un altavoz y hay que aprovecharlo para intentar zarandear conciencias. No podemos obviar que somos influencers en el mejor de los sentidos, no para vender un bolso de Zara, sino para hacer que la gente piense", responde al preguntársele si también ella compone sus temas con la pretensión de cambiar algo.

La intérprete y compositora se encuentra estos días con toda su energía puesta en los últimos retoques de su nueva gira, que arranca este jueves y viernes con dos conciertos en la madrileña sala La Riviera, el segundo de ellos con todo el aforo completo para escuchar en vivo sus primeras canciones originales desde 2015, cuando lanzó Santa. A Granada vendrá el próximo 1 de febrero (Industrial Copera).

"Vivimos en un mundo en el que todo se agota rápido y en el que parece que hay que aprovechar el momento, que el tren pasa solo una vez en la vida, pero yo tengo una filosofía distinta: dar lo mejor de mí misma y esperar que la gente lo aprecie", argumenta sobre su modo pausado de trabajo, que la lleva a la composición solo cuando tiene algo que decir.

Esta vez tenía mucho que contar, aunque solo fuera porque en este lapso de tres años, fue madre. "El de Astronauta es un viaje muy, muy bestia, inspirado en mi momento vital: enfrentarme a hacer un disco y coordinar ambas cosas, mis deseos con las necesidades de la criatura. He sentido mucha inseguridad y mucha tristeza a veces. Lo planteo como que abandono la Tierra y nunca vuelvo al planeta que dejé, pero que hay otros que son habitables y que asumirlo forma parte del disfrute", explica.

Producido por Matthew Twaites, musicalmente lo describe como un tránsito "circular" que la lleva de vuelta al previo La pareja tóxica (2011), con "mucho de canciones orgánicas y grabación en directo, con la banda tocando junta", pero que también "viene disparado" de Santa, en el que descubrió los sintetizadores y que compuso dando rienda suelta a su pasión por el running.

Para comprobarlo, basta escuchar el energético primer corte, David Duchovny, un homenaje al encuentro fortuito que vivió con su actor fetiche durante el estreno, en un teatro de Nueva York, de una obra de la también actriz Gillian Anderson.

"Es mi icono sexual y paternal. Obviamente para él yo solo fui una cabeza más en un teatro de Brooklyn, pero a mí me generó algo muy raro. Soy una gran fan de Expediente X, de Californication y de su música. Él fue mi primer referente en el mundo de la ficción, el primer nombre de actor que me aprendí", rememora sobre un viaje especial en el que, además, su marido le pidió matrimonio.

Por si Zahara no había manejado suficientes variables en la ecuación existencial de los últimos meses, no hace mucho se estrenó además como novelista con Trabajo, piso, pareja (Aguilar), sobre el "deterioro de las parejas".

"La música es la constante en mi vida, pero como soy un culo inquieto, funciono mejor cuando hago varias cosas a la vez", justifica Zahara, a la que, gracias a ese proceso de "gimnasia creativa", las canciones de este disco le surgieron "más claras, concisas y directas".

Este Astronauta ha significado además su reencuentro vocal con Santi Balmes en uno de los temas más bonitos del álbum, Guerra y Paz, tras aquella versión ya mítica que hicieron juntos de Lucha de gigantes, hace 8 años.

"Soy muy egocéntrica en la composición, con el fraseo que me queda bien a mí, pero con esta canción tenía a Santi todo el tiempo en la cabeza. Cuando cantamos juntos, creo que se palpa la admiración. Cuando la terminé, sabía que era la canción más bonita del disco y solo llevaba dos", presume.

Para comprobar cómo le queda en directo, basta acercarse a alguno de los muchos conciertos que tiene en agenda tras Madrid: Zaragoza (Las Armas, 25 de enero), Barcelona (Festival Mil·leni, 26 de enero), Granada el 1 de febrero) o Málaga (La Trinchera, 2 de febrero).

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