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Autorizan la búsqueda de los restos de Cervantes en las Trinitarias

  • Encontrar los huesos del antebrazo izquierdo del autor es el principal objetivo del proyecto

El historiador Fernando Prado, impulsor de la búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes bajo el Convento de San Ildefonso de las Trinitarias Descalzas en Madrid, donde podría encontrarse enterrado, indica que, tras la búsqueda con georradar en abril, en una futura excavación, será "de vital importancia" encontrar los huesos del antebrazo izquierdo del escritor.

La primera fase comenzará el próximo mes de abril, según informa el delegado de Las Artes, Deporte y Turismo, Pedro Corral, después de que la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid haya autorizado la prospección arqueológica. Esta fase arrancará cuatro siglos después de la muerte del escritor, con un presupuesto por parte del Ayuntamiento de Madrid de 12.000 euros y estará a cargo del especialista Luis Avial.

Fernando Prado explica que la búsqueda con georradar durará "unos pocos días" a los que hay que sumar otras tres semanas (unos 20 días) durante las cuales se procesará la información obtenida, por medio de 'software'. En el momento en que tengan los resultados, los analizarán con el equipo de arqueólogos y presentarán un informe al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid así como al arzobispado, que tendrán que volver a dar su autorización para excavar.

Una vez obtenido el permiso y comenzada la búsqueda en el subsuelo, será "de vital importancia" encontrar los huesos del antebrazo izquierdo del escritor ya que Cervantes había perdido el uso de la mano izquierda posiblemente como consecuencia de una herida que le habría producido el corte de los tendones. Esa lesión se vería reflejada en los restos óseos y "un antropólogo forense la identificaría inmediatamente", según apunta Prado. "Los dedos se quedaron retraídos, engarciados, y al no usar esa mano durante 45 años, que es mucho tiempo, los músculos se atrofian y generan unas lesiones características en los huesos del brazo", señala Prado, al tiempo que ha añadido que el ADN de esos huesos, ayudaría a identificar el resto en caso de que estos estuvieran mezclados con otros.

Según precisa, la identificación deberá hacerse "por eliminación" entre los restos encontrados en el subsuelo del Convento -hombre, mayor de 50 años, con pérdida de movilidad en el brazo izquierdo y herida en el pecho-. También esperan encontrar los restos de su mujer, Catalina Salazar, cuyo nombre consta en el libro de difuntos de la parroquia.

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