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Bechis se gana el aplauso con un filme sobre el exterminio indígena

  • El director presentó ayer en Venecia 'Birdwatchers', donde revela la situación actual de la Amazonia y en la que, ante las perspectivas, muchos jóvenes deciden suicidarse

Una ficción en clave de documental sobre el lento y silencioso exterminio actual de los indígenas en la Amazonia brasileña, Birdwatchers, de Marco Bechis, se llevó ayer el aplauso más sentido de las películas presentadas a concurso en el Festival de Venecia. "Y esto está sucediendo en Brasil. Lo que se ve en la película es cierto", aseguró en rueda de prensa el realizador ítalo-argentino Marco Bechis.

Birdwatchers (Observadores de pájaros) gira en torno a una tribu de indios, los guaraní-kaiowa, en Mato Grosso do Sul (Brasil), que decide abandonar la reserva, donde apenas queda bosque donde se pueda vivir de la caza, para instalarse en la tierra de sus ancestros, ahora convertida en campos de cultivo. Ante la falta de perspectivas, son varios los jóvenes que deciden suicidarse.

"Por favor, compréndanos", pidió entre lágrimas Eliane Juca da Silva, una de las indias que actúa en la película, en un conmovedor testimonio en el que reclamó una oportunidad para vivir de acuerdo con su cultura y sus tradiciones.

"Somos como ustedes, comemos como ustedes y nos vestimos como hacen ustedes. Me hace llorar cuando pienso en cómo muchos de nuestros hijos mueren de hambre. Queremos tener una oportunidad. Nosotros tenemos pensamientos, ideas, un lenguaje y una religión. Nuestra tierra ya no está pero podemos seguir adelante. Sí, soy india y estoy orgullosa de ello. Sólo queremos un pedazo de tierra para plantar. Queremos criar allí a nuestros hijos", pidió sin contener la emoción. "Estoy feliz de estar aquí y tener esta oportunidad de hablarles cara a cara", añadió da Silva, cuyas palabras fueron refrendadas con un aplauso de los periodistas.

Bechis viajó hace cuatro años al Mato Grosso con la idea de rodar una suerte de Tarzán pero con una protagonista femenina. Sin embargo, acabó filmando una película diferente tras conocer la historia de los guaraní-kaiowá, uno de los primeros pueblos que el hombre blanco conoció cuando llegó a América del Sur, que entonces se estima que eran más de millón y medio de personas. En la actualidad no superan los 30.000.

Su vida no sólo está amenazada por el poder de los "fazendeiros", los terratientes, sino por la deforestación, que acaba con su medio de vida. "No inventé mucho", apuntó el director, quien aseguró que se limitó a recoger lo que sucedía alrededor. El realizador, nacido en Santigo de Chile, comentó que es escéptico con las medidas que ha tomado el gobierno brasileño para ayudar a la población nativa. "El potencial económico de la agricultura es la mayor amenaza para las reclamaciones de los guaraníes", insistió.

Ambrósio Vilhalva, uno de los líderes de la tribu y también actor de la cinta, denunció que no se haga justicia con ellos. "Los indios no tienen derechos. Nos está matando la burocracia. Los suicidios de los jóvenes se producen porque no hay justicia", insistió. El director de la impactante Garage Olimpo afronta ahora el que definió como "el mayor genocidio de la Historia" y comentó que ha querido mostrarla en un país como Italia, donde en la actualidad se siente "terror a la inmigración".

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