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Brillante piano de Gómez-Morán

  • La intérprete sustituyó en el Hospital Real al solista José Enrique Bagaría

La pianista madrileña Miriam Gómez-Morán cumplió ayer muy bien su papel al tener que sustituir al solista José Enrique Bagaría en el crucero del Hospital Real debido a una tendinitis del músico. Como consecuencia de ese cambio, Gómez-Morán tuvo que cambiar algunas de las obras inicialmente previstas en el programa. Quedaron fuera del repertorio las sonatas de Leos Janácek, Robert Schumman y Serguei Rachmaninoff.

Sí interpretó, en cambio, los estrenos absolutos Fogo posto (Arson), de Joao Godinho, y Postman Cheval, conquering time autonomously de Bozidar Obradinovic. Los estrenos se enmarcan dentro del proyecto MusMA, una iniciativa de diez festivales europeos que pretenden difundir la música de nuevos compositores a través de la Unión Europea de Radio (UER) emitiendo los conciertos en que ésta se interpretan.

La MusMA ha pretendido homenajear este año la figura de Franz Liszt en el bicentenario de su nacimiento, por lo que Gómez-Morán interpretó las obras Nubes grises, Bagatela sin tonalidad, Soneto 104 del Petrarca, El valle de Obermann (1er año de peregrinaje: Suiza) y Sonata en si menor, del compositor húngaro.

Gómez-Morán mostró una técnica muy depurada en su interpretación y un profundo conocimiento del repertorio de Liszt, hasta el punto de haber recibido en varias ocasiones los halagos de Alan Walker, autor de una biografía del compositor húngaro en tres volúmenes y gran especialista en su obra.

Llamaron especialmente la atención los estrenos absolutos por encargo del proyecto MusMA que están dando a conocer la vitalidad con la que se mueven los compositores jóvenes contemporáneos y su preferencias por la innovación y los retos musicales. La mezcla entre el Romanticismo de Liszt y las propuestas del siglo XXI sirvió como exquisito contraste para un concierto de altura en el Hospital Real.

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