"Se hacen miles de Hamlets en España pero se olvida lo de acá y tal vez Luces de Bohemia sea, con La casa de Bernarda Alba, la obra fundamental de nuestro teatro", aseguró ayer el doctor en Filología y ex profesor de Bachillerato Carlos Álvarez-Novoa, más conocido como el anciano solitario de Solas, el rol que cambió su carrera a partir de los 60 años tras una larga trayectoria dedicada al teatro y por el que le está "eternamente agradecido" al director Benito Zambrano. Sin embargo, añadió ayer este carismático asturiano afincado en Sevilla, el gran papel de su vida es el poeta hiperbólico, ciego y andaluz que deambula errante en La noche de Max Estrella, el montaje que llegará el 5 y 6 de noviembre al Teatro Alhambra de la Junta de Andalucía.

Esta producción del Centro Andaluz de Teatro, que dirige Francisco Ortuño, homenajea al también autor de Tirano Banderas en el 75 aniversario de su muerte mediante una propuesta alucinatoria en la que colabora el Centro Dramático Galego y que podrá verse en su estreno nacional mañana en el Teatro Central de Sevilla y en La Coruña, Santiago de Compostela y Madrid, entre otras plazas.

Álvarez-Novoa, que se enfrenta solo en el escenario a esta actualización "especialmente atractiva" de un clásico, confirmó en la presentación del espectáculo la vigencia del drama valleinclanesco en estos tiempos de crisis e indignados. "El esperpento resultó un método fustigador contra una determinada sociedad en los años 20 y la rebeldía de este poeta dolorido mantiene su vigencia a principios del siglo XXI", defendió el intérprete de este montaje donde se siente lo que el poeta rebelde y dolorido Max Estrella oye y ve en su cabeza: unas alucinaciones visuales y sonoras a las que dan forma la pintora Pilar Millán, cuya s pinturas se proyectan en dos pantallas gigantes, y el compositor Isaac Garabatos.

Para Ortuño, "no se trata de una lectura arqueológica de la obra sino de una lectura contemporánea" en la que el personaje de Max Estrella se enfrenta durante una hora y diez minutos a sí mismo tanto como a las voces de otros 20 actores andaluces entre los que se cuentan Roberto Quintana (El Ministro) o Gregor Acuña (que presta su garganta a Serafín el Bonito). Álvarez-Novoa, que dedicó su tesina y su tesis como filólogo a Luces de Bohemia, destacó además que apenas se ha modificado el texto original.

La propuesta, que tiene un presupuesto que ronda los 40.000 euros, una cuantía "pequeña" pero "sacada adelante gracias a la participación de los profesionales de cada casa", según Ortuño, antecede en el catálogo del CAT a Estado de sitio de Albert Camus, un montaje con una veintena de intérpretes que, dirigido por José Luis Castro, se estrenará en enero en Cádiz como parte de los fastos del Bicentenario de las Cortes, y que llega también al Teatro Alhambra del 16 al 19 de febrero.