Un bordado rojo teje la 59 edición del Festival de Música y Danza para simbolizar, con el dibujo de las dos orillas, la cartografía musical del mestizaje. España e Iberoamérica se fundirán en Granada del 24 de junio al 14 de julio con un programa que cruza por tres acontecimientos fundamentales que se dan durante este 2010: la Presidencia Española de turno de la Unión Europea, el inicio de las conmemoraciones del Bicentenario de las Independencias de las Repúblicas Iberoamericanas y el Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. "Nos une a Iberoamérica", subrayó el director del festival, Enrique Gámez, "un oceáno de entendimiento y comunicación" representado en 600 millones de hispanohablantes.

El concierto inaugural en el Palacio de Carlos V correrá a cargo de la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, dirigida por Gustavo Dudamel, que surgió de una red de orquestas y coros juveniles por toda Venezuela con más de 250.000 jóvenes. La Simón Bolívar, que arrasa allá donde va, se acerca tanto al repertorio iberoamericano como a grandes clásicos como Stravinski, del que interpretarán en Granada La consagración de la primavera. Estarán también la Orquesta del Estado de México, con Enrique Bátiz, con obras de Rodolfo Halfter o Astor Piazzola (creador del Nuevo Tango); la Filarmónica de Gran Canaria; la Sinfónica de Galicia; la Orquesta Ciudad de Granada con Salvador Mas; y, no podía faltar, la Staatskapelle Berlín, dirigida por el magistral Daniel Barenboim, que en esta ocasión volverá sobre Anton Bruckner con su Sinfonías número 5 y 6 pero también recuperará la obra de Chopin, el compositor polaco de quien se cumple el segundo centenario de su nacimiento.

Si hay una unión que no se puede pasar por alto en este festival es la que tendrá lugar entre el tango y el cante jondo. "Uno fue declarado el año pasado Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad y el otro está en la lucha por conseguirlo". Para Rosa Torres, consejera de Cultura, el contenido de este festival dibuja "un paisaje sonoro que nos ayuda a saltar los continentes" con el recuerdo de Gardel en la prodigiosa voz del tenor José Manuel Zapata, el estreno del espectáculo Extremo Jondo, con la bailaora granadina Fuensanta La Moneta y los diálogos entre el cantaor Miguel Poveda y el bandoneonista Rodolfo Mederos, que no fusiona sino que incluye el desgarro común entre las dos músicas.

Una de las presencias más destacas durante el Festival de Música y Danza es la de Joan Manuel Serrat, que ofrecerá el 14 de julio un recital en los jardines del Generalife homenaje a Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento. Canciones de Hijo de la luz y de la sombra cumplirán las palabras que al poeta alicantino dedicase Pablo Neruda y que ayer rescató Gámez: "Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor".

En la danza se mezclarán el neoclasicismo de la Boston Ballet, el baile clásico del Ballet Nacional de España y la contemporaneidad del Grupo Corpo de Belo Horizonte, una compañía brasileña con una identidad de movimiento inconfundible.

Con un presupuesto algo más bajo que el año anterior, 3.790.000 euros, la diputada de Cultura, Asunción Pérez Cotarelo, destacó que en un "año difícil como éste, el esfuerzo ha sido más grande". María del Mar Villafranca, directora del Patronato de la Alhambra, destacó precisamente el trabajo del equipo técnico que está en "la trastienda del festival y que logra un ensamblaje perfecto".