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Casa Grande, la artista número 21

  • Saloarte ha impregnado el casco antiguo de la Villa de Salobreña de 150 trabajos procedentes de todo el mundo, una iniciativa de la artista Hellen McCormack

Si el Castillo de la Villa (ahora en restauración) ha sido en las dos ediciones anteriores un marco incomparable para exhibir las obras de Saloarte, la Casa Grande no lo es menos. Este inmueble de estilo señorial construido del casco antiguo era mirado por Hellen McCormack, la directora de la muestra colectiva, con ojos de deseo en el sentido de que sería un continente perfecto para un contenido de la calidad que ella exige a los artistas que exponen en Saloarte. Este año, procedentes de países como USA, Escocia, Gales, Inglaterra, Argentina, Francia y, de España, de Almería, Granada o Vigo.

Con una arquitectura típica de la época en la que se construyó -1870, aunque tuvo que ser reconstruida en 1940- la casa goza de grandes espacios diferenciados para los propietarios y el servicio y tiene un patio central con cuatro columnas, en torno al cual gira la vivienda, donde tantos niños de Salobreña recuerdan haber jugado. De esta manera, McCormack ha conseguido un nexo de unión con los salobreñeros, a los que, a pesar de no haber nacido allí, tanto aprecia. "Saloarte surge por mi amor a Salobreña, como una actividad de turismo cultural", que espera que se prolongue en el tiempo.

De hecho, algunos de los 20 artistas que exhiben un total de 150 obras han venido expresamente a la ciudad costera para la exposición. Es el caso de Marisa Zorgno, de Argentina, que no conocía Granada y que ha supuesto para ella el primer paso para dar a conocer su obra en nuestro país. "Ha gustado mucho, porque yo trabajo con mucho color y por el contraste que hago del mismo", señala. Efectivamente, sus cuadros atrapan al espectador por el uso de tonos fríos y calientes combinados en prácticamente cada uno de los marcos que cuelgan de las añejas paredes de la Casa Grande, como si quisieran refrescarla y rejuvenecerla.

Zorgno comparte estancia con Judith Reason, una artista inglesa afincada en Almuñécar interesada más por reflejar el entorno paisajístico y human. Avanzando por el resto de habitaciones, se pueden encontrar no sólo pinturas, sino también esculturas, grabados o cerámica... Una espectacular recreación de unas arañas cuelgan de un techo a modo de una cortina. En otro lugar, flores o formas humanas, en otra cuadros figurativos con grandes dosis de realismo, o de impresionismo.

Y la casa, como una protagonista más (podría ser la 'artista' número 21), que presta sus instalaciones cerradas desde 1892, ahora en manos del Arzobispado: sus salones, su chimenea o sus sillones, como escenario acogedor de cuadros o esculturas. "En ella se respira antigüedad, pero es muy familiar, se ve que en ella vivió una familia y tiene rincones y separaciones que vienen muy bien al arte", dice McCormack.

La exposición colectiva, que ha sido posible gracias a voluntarios ha supuesto, según su directora, un paso adelante en la confirmación de esta iniciativa. En esta edición, "estoy más cerca de la dirección en la que quiero vaya Saloarte", explica.

La presidenta del Club Internacional de Salobreña, se puso en contacto con algunos de los artistas por internet, simplemente inspirada por sus creaciones, y no cejó en el empeño de traerles. "Este año no he impuesto ningún tema o hilo conductor, porque me gusta la variedad, pero sí que sean profesionales, que intenten vivir de su arte", añade.

De hecho, las obras están puestas a la venta tanto en la exposición como posteriormente por sus artistas, algunas a unos precios más que asequibles. Otra de las ventajas que han gozado los espectadores de la muestra es que ha habido algunos negocios que se han volcado con la iniciativa y sólo por decir que se había asistido a Saloarte, hacían un 10 por ciento de descuento a estos clientes. McCormack, que ha incluido a la entrada de la casa un libro de visitas, destaca la acogida "increíble" que ha tenido esta iniciativa tanto en los salobreñeros que han encontrado la excusa perfecta para revivir su infancia entre las paredes de la Casa Grande. El año que viene Helen McCormack. promete más arte para los seguidores ascendentes de Saloarte.

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