Comedia dramática, Reino Unido, 2014, 95 min. Dirección: Pascal Chaumeil. Intérpretes: Aaron Paul, Imogen Poots, Pierce Brosnan. Cines: Kinépolis.

Basada en la novela En picado, del británico Nick Hornby, y con un reparto multigeneracional (Pierce Brosnan, el televisivo Aaron Paul, la australiana Toni Colette y la pizpireta británica Imogen Pots) para su estelar (y deprimido) cuarteto protagonista, Mejor otro día se mueve en la cuerda floja de la comedia nacida de materiales sensibles y dramáticos, asunto peliagudo si no cae, como es el caso, en las manos de un director dispuesto a sacarle la mayor punta posible a este carácter limítrofe entre el patetismo y lo paródico.

Nuestros protagonistas son cuatro suicidas que coinciden en la azotea de un edificio londinense en una noche de fin de año con la intención de lanzarse al vacío, premisa de partida para una de esas historias de superación, amistad y buen rollo empeñada en certificar su moraleja de autoayuda y redención a cada nuevo giro de guión.

Entre vacaciones en una España de chiringuito y sangría, confesiones en escenarios de ladrillo visto y apuntes de pequeñas tragedias personales, Mejor otro día apenas coquetea con su estructura narrativa y los puntos de vista de sus cuatro protagonistas para subrayar siempre lo mismo: un mensaje de (falsa) esperanza para tiempos de crisis (de valores) y carroña mediática que el francés Paul Chaumeil (Los seductores, Llévame a la luna) filma en ese aséptico modo no se nota-no traspasa al que tan bien sientan siempre esas canciones pop-rock que tanto gustan a los lectores de Hornby.