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Corazón de vinilo

  • Taschen propone un recorrido por los álbumes de rock más atractivos en cuanto a diseño de la historia en el libro 'Discos extraordinarios'

Pasión melancólica de arqueólogos, testigos a menudo arrumbados en cajas de una revolución y su fracaso, memoria sentimental de varias generaciones y piezas de coleccionistas, los discos de vinilo también han sido, y son, obras de arte. Basta citar el trabajo de equipos de diseño como Hipgnosis (responsable de buena parte de las portadas históricas de los 70, desde Pink Floyd a Genesis) para dar cuenta de la importancia del vinilo en el imaginario popular del siglo XX. Ahora, la editorial Taschen ha reunido los ejemplos más hermosos en el ambicioso libro Discos extraordinarios. Con una salvedad: sus protagonistas no son las carpetas, sino los vinilos que corren directamente por la aguja. Los hay monocromos, insólitos, multicolores, grabados, troquelados e ilustrados: todo un tiovivo de color que parte de la colección reunida por el italiano Alessandro Benedetti, que ha puesto a disposición de Taschen un tesoro de proporciones descomunales.

En la historia del vinilo hay mucho más que el negro. Entre los miles de discos que presenta el volumen se pueden encontrar todas las posibilidades imaginables. Especial mención requieren los bootlegs, grabaciones piratas a menudo registradas en directo que ofrecen al comprador diseños espectaculares como contraprestación a una inferior calidad de sonido. En este sentido destaca sobre todo Pink Floyd, con un catálogo amplísimo de discos en directo y de ediciones limitadas de álbumes oficiales como Atom heart mother, Animals y The division bell, además de singles como Learning to fly, puestos a la venta en hermosísimos azules, verdes y rosas monocromos. También están The Beatles (con la edición especial del popular recopilatorio publicado en dos volúmenes, conocidos como Azul y Rojo, además de la caja Reel Music y una preciosa edición de Abbey Road en verde), Queen, David Bowie, Jerry Lewis, Alan Parsons Project, Tangerine Dream y hasta Domenico Modugno, pasando por infinidad de recopilatorios para todos los públicos. Un festival de música para los ojos.

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