Dos las grandes voces femeninas de la península Ibérica convergen mañana por la noche en Granada, a la misma hora aunque en distintos escenarios. Por un lado, Dulce Pontes presenta Peregrinaçao en el Palacio de Congresos de Granada. Y por otro, Diana Navarro, en el Auditorio Manuel de Falla.

Esta última interpretará canciones de su nuevo disco, titulado Inesperado. La artista malagueña aseguró en Granada en el acto de presentación del concierto que se siente en su “mejor momento” y que eso “se transmite al cantar”.

Navarro mostró su emoción de poder actuar en Granada, ciudad en la que vive de forma intermitente junto a Madrid y Málaga. “Me emociona poder cantar aquí como artista y como granadina adoptiva”, señaló Navarro, quien cree que el disco Inesperado ofrece su “mejor versión”. Se trata de un concepto “más teatral”, según sus palabras, que contiene desde un trap con música poética a la seguiriya del Marrurro con texto de Félix Grande.

En ese sentido, la malagueña sigue fiel a su estilo que siempre se ha caracterizado por su habilidad para fusionar copla, flamenco y zarzuela con estilos tan dispares como el pop sinfónico o la música electrónica.Además, con su actuación se abre la temporada de conciertos en el Auditorio Falla.

La otra gran artista protagonista de la noche del viernes, la portuguesa Dulce Pontes, es otra cantante especialmente vinculada a la ciudad desde que en 2008 colaborara con la granadina Estrella Morente en el proyecto Dulce Estrella, una propuesta mestiza en la que interpretaban tanto temas populares como nuevas composiciones españolas y portuguesas.

En esta ocasión, Pontes llega al Palacio de Congresos con un trabajo discográfico que para la portuguesa implica una peregrinación, un recorrido “de un lado a otro que se hace para buscar algo: las profundidades del alma”.

La cantante, instrumentista, compositora, arreglista y productora portuguesa –que desde otro doble Momentos en 2009 no publicaba un nuevo disco– ha tardado cinco años en dar forma a Peregrinaçao.Un trabajo de artesanía de los sonidos que ha contado con la colaboración de António Pinheiro da Silva.

Bragança ha sido el epicentro donde sus compromisos para actuar en directo le han dejado concentrarse en este trabajo: Nudez, en portugués; y el segundo, Puertos de Abrigos prioritariamente en español, con dos temas en galaico-portugués y en inglés.

El bilingüismo de Peregrinação, una reivindicación ibérica, no es ningún obstáculo para que las veintidós canciones que se reparten en los dos discos mantengan una línea de coherencia musical. Además el trabajo se abre con orquesta, la Roma Sinfonietta y una adaptación que transforma en fado el adagio del Concierto de Aranjuez que firma el maestro Joaquín Rodrigo.