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Eguiazarova, ejemplo de compromiso con el futuro

Tras más de cincuenta años enseñando, Galina Eguiazarova no pierde la pasión por la pedagogía musical. La pianista rusa imparte durante esta semana el Curso de Interpretación Pianística Manuel de Falla, que cuenta con más de una decena alumnos. Con la ayuda de una traductora, la experimentada maestra imparte clase con pasión y entusiasmo: "mucha gente me pregunta, incluso mis propios alumnos, de dónde viene mi entrega tan absoluta, como si tuviera algún secreto. La realidad es tan simple como que la música me absorbe completamente. Amo la música".

Galina, antes de comenzar la masterclass, pide a sus alumnos nombre, profesión y años de estudio para poder adaptarse a sus necesidades: "La atención del alumno debe de ser personalizada, y cada uno tiene sus necesidades. Mi objetivo es que los alumnos de menos nivel lleguen al nivel de los más altos, y eso es imposible sin un enfoque individual. Aun así, y pese a que las interpretaciones pueden ser muy diferentes, hay puntos que deben coincidir en todos los alumnos. Las reglas son las reglas".

La profesora rusa lleva ya más de veinte años en España, impartiendo clase en el Reina Sofía de Madrid. Cuando le preguntan acerca de sus alumnos españoles, responde que "el carácter español en la música no existe, existe el intérprete individual. Fuera del contexto musical la gente rusa puede ser más temperamental o seria, pero tampoco es una verdad absoluta. Si que se nota en general que el nivel es diferente en cuanto al desarrollo de la vida profesional. Aquí se les ha motivado de manera diferente".

Sobre el futuro de los músicos en nuestro país, Galina Eguiazarova declara estar "convencida de que en España hay muchísimo talento. El futuro no puede pensarse en términos de futuro, sino de presente. Si pensamos que no hay futuro para nuestros jóvenes, apaga y vámonos. Yo tengo que entregar toda mi fuerza para intentar sustentar el futuro de la cultura, que por desgracia no depende de las buenas intenciones de la gente que la posee. Necesita un impulso ajeno, un empuje. Si recortamos ahí, la humanidad va al colapso". Su compromiso con la cultura es absoluto: "Me gusta ayudar a mantener la cultura, la calidad en la interpretación de la música clásica... me da igual si lo hacen españoles, franceses, rusos o italianos, pero la cultura no debe perecer".

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