Esa-pekka Salonen regresa a Granada 30 años después de su primera visita, y lo hace de nuevo junto a la reconocida Philharmonia Orchestra para poner el broche de oro al Festival. Este tándem, que ha recibido las más altas calificaciones a nivel internacional en los últimos años, destaca por su sonido depurado y su respeto por el repertorio clásico.
El maestro finlandés inauguró entonces "con gran brillantez" la 37ª edición de la cita cultural en compañía de la formación londinense -que él mismo dirige y aconseja a nivel artístico desde 2008-, la pianista Alicia de Larrocha y la famosísima Montserrat Caballé. La soprano, cuentan en las crónicas de aquellos días, suprimió parte del programa por "diferencias irreconciliables" con el director durante los ensayos -incluso el Festival publicó una nota-. El público se quedó sin ver un fragmento del Tristán e Isolda de Wagner, que estaba previsto que cantara la artista catalana.
El programa también incluye esta vez a Beethoven, en concreto la Sinfonía número 3, en mi bemol mayor Op. 55 (conocida como la Heroica), uno de los autores más programados desde los históricos conciertos de la Alhambra, y una selección de El ocaso de los dioses de Wagner, la cuarta y última de las óperas que componen el ciclo de El anillo del nibelungo.
La versátil y emocionante mezzosoprano estadounidense Michelle DeYoung será la encargada de poner voz a Brünnhilde en el recital previsto en el Palacio de Carlos V a las 22:30.
La Sinfonía número 3 de Beethoven habla de la vida del héroe -la compuso pensando en Napoleón Bonaparte- en el primer movimiento, la muerte en el segundo, la resurrección en el tercero y la apoteosis final en el Parnaso. Aunque los críticos de la época la tacharon de "pesada, interminable y deshilvanada", la pieza rompe los moldes de la sinfonía clásica y refleja la palpitación del nuevo espíritu romántico.
El ocaso de los dioses de Wagner parte del proyecto de Sigfrido, donde ya se trataba la muerte del héroe y el derrumbamiento del mundo de los dioses. El título es una traducción al alemán de la expresión Ragnarök , que en nórdico antiguo y en el contexto de la mitología germánica se refería a la profetizada guerra entre los dioses que conduciría al fin del mundo. El viaje de Sigfrido por el Rin, interludio que une el prólogo y el primer acto de la obra, sugiere la marcha del héroe en busca de aventuras y en idilio con la naturaleza: acaba de despedirse de Brünnhilde, en un momento luminoso y de radiante exaltación.
Una marcha fúnebre acompañará el último paseo del héroe tras su muerte, poco después de que recuerde a la amada Brünnhilde, que interpretará la mezzo Michelle DeYoung.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios