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"En España hay libertad de expresión para mirar escaparates"

  • Decir que "Dragó es un gran intelectual" no significa ser fan de Esperanza Aguirre. Lo afirma Miguel Ángel de Rus, que presenta '237 razones para el sexo y 45 para leer'

Le han calificado como un "profeta lanzallamas". Miguel Ángel de Rus lanza llamaradas de literatura en 237 razones para el sexo y 45 para leer (Ediciones Irreverentes), un libro que recopila diversos artículos publicados en agencias como OTR y revistas como Cambio 16. Para buscar razones para leer libros recurre a una cita de Javier Cercas: "Son las mismas que encuentro para el sexo o para comer jamón de Jabugo".

-A veces, los intelectuales no dejan de ser como pandilleros de barrio. ¿Qué precio tiene ir por libre?

-Ojalá le paguen esta afirmación con muchas huríes en el paraíso de los musulmanes. En Ediciones Irreverentes publicamos libros de pensamiento que no están alineados con ninguna gran corriente, sino que es algo más libre en la línea de Umbral y Savater. Estos artículos han aparecido la gran mayoría en periódicos nacionales porque se han distribuido en agencias o en revistas como Cambio 16.

-Incluso criticar el canon digital y, a continuación, poner en solfa a Bush, es una mezcla poco usual.

-Criticar a Bush es una de las cosas más fáciles. Pero ahora es de lo más políticamente correcto. Luego está el caso del canon digital. Se ha confundido la libertad del autor con el derecho de la empresa que se dedica a la cultura. El tema no es que se fastidien tus derechos de autor, sino que hay unos intereses comerciales grandísimos detrás. Por ejemplo, cada vez que grabo una novela mía en un cd-room estoy pagando un canon por algo que no debería pagar, porque el derecho de autor es mío y los gestiono yo directamente. ¿Por qué tengo que pagárselos a una entidad de gestión o un gobierno? Nos están vendiendo que descargarse cosas de internet es delito. Una mierda de delito. Lo del canon es una forma de tener contentos a una serie de artistas a los que se está alimentando con el dinero de la sociedad para que cuando lleguen las elecciones hablen bien de un partido, que siempre es el socialista, y pongan a parir el otro. Con el respeto que tenía a Serrat, verle hacerse la fotito con la cejita me da asco. Igual que los artistas que en Estados Unidos hacen campaña por un político. Los únicos artistas que valen la pena son los que no están lamiendo el culo a ninguno de los dos grandes partidos de un país. El señor Savater merece el respeto porque se ha pringado en lanzar el partido de Rosa Díez, al igual que Álvaro Pombo o Vargas Llosa, que se han pringado con dos narices. Son respetables porque se han embarcado en una causa perdida, y los que vienen del canon y de la subvención me parecen una panda de aprovechados.

-En su libro se atreve incluso a ponderar la figura de Sánchez Dragó, toda una osadía.

-A Dragó le pasa como a Umbral y a Fernando Fernán Gómez, a los que conocí personalmente. Son gente absolutamente encantadora, cultísima, amable, con la que hablar una hora es lo mejor que te puede pasar en la vida. Uno es liberal conservador, otro de izquierdas y otro anarquista. Pero me interesa sólo su cultura. Sánchez Dragó tiene una cultura inmensa, un gran sentido del humor, y juega a la provocación. Dragó no provoca a la gente culta porque sabe a lo que está jugando, pero los incultos ponen la voz en el cielo cuando habla de las drogas. Él dice que toma galletas de marihuana, perfecto.

-Termina su artículo dedicado a Dragó diciendo: "Su inmensa cultura le da derecho a decir lo que quiera".

-A Alexander Solzhenitsyn se le ha apoyado porque era antiestalinista y, sin embargo, Archipiélago gulag es un churro. Lo que debe importar es el valor literario. Te puede caer muy mal el estado de Israel porque ataca a los árabes, pero no por eso puedes despreciar a autores como Philip Roth, por ejemplo. La ideología no tiene nada que ver con la creación. Lo importante es que tenga cultura y una obra creativa que le apoye. Luego puede tener la ideología que considera más oportuna. Yo tengo bastante amistad con Luis Alberto de Cuenca. Creo que es gran poeta, hizo una gran labor como secretario de estado de Cultura del PP y en la Biblioteca Nacional, y aunque yo esté radicalmente más a la izquierda me parece un intelectual de primer orden.

-En su libro hay multitud de citas literarias y nombra muchísimos autores. ¿Es casi una brújula literaria?

-Cuando estaba editando el libro, la gente que lo leía decía que era casi una foto del momento histórico que estábamos viviendo. Cuando hablo de Horacio Vázquez Rial, Michael Moore o Pessoa es porque creo que tiene relevancia saber que estos personajes están ahí.

-Tiene un artículo en el que reflexiona sobre la libertad de expresión a raíz del dibujo de 'El Jueves' con el Príncipe ejerciendo sus deberes maritales con la Princesa. ¿Están las cosas tan mal como las retrata?

-En Estados Unidos, al que a veces se trata como si fuera una dictadura, hay series como Padre de familia en la que se dicen auténticas burradas de las grandes figuras. Por ejemplo, el protagonista entra en la Casa Blanca y se está preparando una raya de cocaína. En Reino Unido, en los setenta, había un antecedente de los guiñoles donde se sacaba la Reina borracha sacándola de la taza del váter. En España hay libertad de expresión para mirar escaparates hasta aburrirte. Puedes decir que está mal la violencia de género, que estás a favor del matrimonio entre homosexuales, pero no puedes defender algo que no esté bien visto.

-El libro está editado en octubre de 2007, por lo que no pudo incluir un artículo con el "por qué no te callas" del Rey.

-Es una de mis frases favoritas. No soy monárquico pero me pareció muy bien que defendiera los intereses nacionales. Sería bueno que Zapatero defendiera siempre nuestros intereses con el mismo vigor.

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