Diego Martínez. Director del festival internacional de música y danza

"Espero que la etapa de Heras-Casado sea menos difícil que la que nos ha tocado"

  • Con el FEX en marcha y a un día de la inauguración del Festival, su director se despide de la institución de la que ha estado al frente durante un lustro y dispuesto a pasarle el testigo al sucesor

Diego Martíntez afronta su última edición al frente del Festival de Música y Danza.

Diego Martíntez afronta su última edición al frente del Festival de Música y Danza. / reportaje gráfico :Alex Cámara

-hace un mes ya estaban vendidas el 85% de las entradas. ¿Cómo va ahora?

-Creo que estamos en torno al 90% y hay como 20 espectáculos agotados. Faltan sólo tres ballets, algunos conciertos de música de cámara, los espectáculos flamencos, que siempre tienen otro tiempo de venta de entradas, y el de clausura. Yo espero que se supere la recaudación del año pasado, con un récord de 925.000 euros de taquilla.

-Cuando llegó al festival hace cinco años en plena crisis uno de sus objetivos era conseguir mayores ingresos. ¿Cómo se logra este récord de taquilla sin subir las entradas del Festival?

-Conectando con el público. Nosotros tuvimos una sustancial rebaja de las aportaciones públicas con motivo de la crisis y con esa rebaja tuvimos que trabajar en dos caminos. El primero era buscar más fondos privados y se han incrementado mucho las aportaciones en ese sentido, pues hemos conseguido que más de 40 empresas formen parte del círculo de mecenazgo del Festival. Y el otro camino era aumentar la recaudación por taquilla sin tampoco poder subir el precio de las entradas precisamente en tiempo de crisis. Había que lograr que los programas tuviesen aceptación por parte del público y hemos logrado los récord históricos de restauración. Cerramos las cuentas de 2016 con equilibrio económico. Irme con unas cuentas saneadas después de un periodo tan complejo me da mucha alegría.

-Para aumentar la recaudación, ¿se ha reducido por ejemplo el número de invitaciones?

-El Festival siempre ha sido austero con esa cuestión, no ahora. Por sus propias condiciones, porque tiene espacios limitados respecto a otros proyectos culturales en este país. No hemos hecho restricción de invitaciones.

-¿Cuál era la recaudación cuando llegó y ahora?

-Yo no haría comparaciones. En la época anterior se trabajaba con otras indicaciones y a mi me ha tocado pasar esta. A lo mejor me hubiese encantado otra situación pero esta es la que me he contrado y la que he tratado de solucionar. Afortunadamente hemos tenido la suerte de encontrar esos caminos. Hay otras instituciones en este país que siguen pasándolo mal: orquestas sinfónicas, teatros....

-Ahora que se supone que ya hay brotes verdes, ¿las instituciones está aportando más?

-Este año hemos tenido un incremento respecto a 2016 de la Junta de Andalucía y la Diputación de Granada. El resto han mantenido su aportación, que ya es importante.

-¿Cuáles han sido las novedades del Festival en estos cinco años?

-Hay varias cosas que han sido positivas. Por ejemplo, los conciertos solidarios. Ese aspecto social de Festival es muy importante que se mantenga. Fue una propuesta que en su momento nos hizo el Ayuntamiento de Granada y ha cumplido sus objetivos con cierta fortaleza. También hemos ampliado una semana más el festival: ha pasado de dos semanas a tres, como otros grandes festivales europeos que duran casi un mes. Incorporamos un ciclo muy interesante: el de Música en palacio, desarrollado en recintos de gran valor patrimonial para la ciudad. Hemos ampliado el FEX, que empieza una semana antes, anunciando el Festival. También se han aumentado los cursos Manuel de Falla en número y temporalidad. Así como la incorporación de los Amigos del Festival. Y como no, la potenciación del círculo de mecenazgo. Además de incorporar otro tipo de música, que han atraído también otro tipo de público.

-¿Qué tipo de música?

-Pensemos en la idea de Michael Nyman, Philip Glass, Ute Lemper, Noa o este año con Miguel Ríos...

-Lo de Miguel Ríos de esta edición ha sido un exitazo que agotó las entradas a las pocas horas de sacarlas a la venta.

-Por supuesto. Todos esos artistas que te he nombrado han tenido el respaldo mayoritario del público y lo hemos incorporado con naturalidad a la programación del Festival. Creo que ha sido también positivo. Hemos visto otro público que también ha tenido la posibilidad de verse reflejado en el Festival.

-Una de las razones por las que surgió el FEX era para contrarrestar las críticas de elitismo del Festival, para abrirse tanto a otros públicos como acercarlo a la ciudad, a la calle.

-Yo creo que ha sido uno de los grandes aciertos de mi antecesor, Enrique Gámez. El FEX le ha dado esa cercanía hacia la ciudad, los ciudadanos y la provincia. No sé si tanto para contrarrrestar esa posibilidad de que se prensara en el Festival como algo elitista sino para verlo reflejado en las calles, en las plazas, muy cercano a la gente. Además no es incompatible con esa otra programación en los palacios. Todo suma a esa gran institución que es el festival.

-¿Ese también es el objetivo de estos otros conciertos?

-Pero esos conciertos tienen otra idea. Miguel Ríos lleva ya 50 años haciendo música y eso no podemos perderlo de vista. Eso forma parte de la historia de la música en nuestro país y habrá que incorporarla con toda naturalidad, porque tendrá otro sentido musical pero está ahí. Y el público así lo ha incorporado, porque él es el que juzga siempre.

-Para los conciertos solidarios se hace una convocatoria pública. Usted llegó también a este cargo por un concurso público. ¿Ha sido su etapa como gestor la etapa de la transparencia?

-Desde luego eso es lo que he intentado: abrir el Festival lo máximo; que la sociedad civil esté presente en él a través de los Amigos del Festival; que las empresas tengan protagonismo. Me siento orgulloso de que todo se haya desarrollado así, con los aciertos que hemos tenido y con los errores, que también los hemos tenido. Espero que al final el saldo sea positivo.

-Su sucesor, Pablo Heras Casado, no ha sido elegido por concurso público sino por una designación en la que se barajaba su nombre y, según se dijo en su momento, el de Reynaldo Fernández.

-Eso no lo sé, sólo que no ha sido por concurso público pero desconozco si había más o menos candidatos.

-¿Cree que eso es un retroceso en la gestión de lo público?

-Permíteme que no opine sobre ese asunto. Nombrado está y ojalá que tenga una feliz gestión durante estos años. Le deseo lo mejor porque será lo mejor para el Festival y para su propia formación, porque un director de un festival así adquiere muchísimo crecimiento en lo profesional y en lo personal. Espero que él acierte porque será bueno para el Festival.

-Él compatibilizará su cargo en la dirección del Festival de Música y Danza de Granada con sus compromisos como director de orquesta.

-Eso no lo sé. Es algo que desconozco.

-Se mantiene en su puesto hasta el 31 de julio. ¿Cuando termine esta edición a mediados del próximo mes hasta esa fecha mantendrá reuniones con Heras-Casado?

-Ya he tenido varias reuniones con él. Nuestra relación es muy normal y de hecho viene a dirigir al Festival de Granada con la Filarmonía de Londres en un concierto que será uno de los grandes acontecimientos musicales del año. Estaré siempre, como no podía ser de otra manera, a su disposición por si le puedo ayudar en algo.

-¿Le ha pedido algún consejo?

-Bueno, sí, hemos hablado, aunque no conozco su programación para el año que viene. Esta es una institución por la que hemos pasado muchos directores, con sus problemas, con sus aciertos, con sus errores y cada uno con nuestras circunstancias. Yo espero que las suyas sean mejores que las que yo he pasado, que pueda aportar muchos recursos y que su etapa no sea tan difícil y complicada como la que nos ha tocado.

-¿Ha sido muy difícil entonces lidiar con la programación del festival?

-Es que económicamente ha sido muy difícil y la economía es fundamental. Hablamos mucho comparando el Festival de Salzburgo con el de Granada pero el austriaco tiene un presupuesto de 64 millones de euros y nosotros estamos en 3,2. Ojalá que para Heras-Casado y para el Festival las cuestiones económicas estén mejor resueltas que en todos estos años que hemos tenido.

-En 2012 llegó al Festival de Música y Danza procedente del Archivo Manuel de Falla. ¿Andará ahora el camino de vuelta?

-Pues vamos a ver, porque parece que hay algunas dificultades pero yo espero que se solucionen.

-¿Qué tipo de dificultades?

-Sobre ese tema prefiero no hablar.

-Antes de todo eso había estado también en la dirección y creación de otros festivales.

-Bueno, yo soy funcionario del Ayuntamiento de Úbeda. Desde el año 2000 estoy en una situación administrativa de servicios especiales y ahora estamos viendo cuál será el futuro.

-Su carrera en la gestión cultural es muy amplia.

-El recorrido ha sido muy largo porque hay muchos años de vida. Llevo 35 años de actividades en el ámbito artístico. Mis experiencias no tenían que ver solamente con el mundo de la música clásica y la danza sino con muchas otras actividades como el turismo, la cultura, los grandes conciertos o el teatro. Ya he tenido muchas guerras.

-¿Cree que la experiencia es un grado?

-Los conocimientos también pero la experiencia nos da una tranquilidad a la hora de acometer los proyectos. La experiencia significa que has cometido errores y que esos errores no los vas a volver a tener. En la gestión cultural y artística en todas las instituciones hay muchas personas con experiencia en estos aspectos. Por eso en el Festival de Granada hay mucha gente que lleva muchos años trabajando y tiene una gran experiencia en la maquinaria del Festival, y es bueno que esas personas siempre estén.

-Cuando llegó al cargo dijo que sus dos líneas de trabajo iban a ser la vinculación con el patrimonio y el prestigio internacional. ¿Cree que los retos se han conseguido?

-Yo creo que en la medida de las posibilidades sí. Hemos conseguido una mayor notoriedad del Festival de Granada claramente. Hemos llegado a más gente y más gente ha podido participar. Además, hemos podido impulsar el patrimonio musical vinculado a figuras como Falla y el patrimonio arquitectónico lo hemos exprimido al máximo. Hemos estado en todos los sitios que podían decir algo. Hemos intentado participar en una mayor difusión del Festival con propuestas como las grabaciones de conciertos con Televisión Española. Hemos intentado retransmitir más conciertos a través de la web. Lo hemos presentado en Viena... Intentamos que todo tuviese una mayor difusión en un periodo en el que todas las instituciones culturales han tenido problemas no ya para crecer sino para mantenerse, porque en estos cinco años el público cayó.

-Curiosamente, Pablo Heras-Casado dijo los mismos objetivos.

-Claro, porque todos pretendemos que su nombre llegue a lo más internacional posible.

-En ese objetivo de internacionalización, ¿se ha conseguido que venga más público de fuera?

-Hay que decir algo sobre eso: el Festival acaba cada año con un 95% de ocupación, de ventas de entradas. Además, ya es internacional por los artistas que nos visitan desde su historia. Qué significa que sea más internacional, porque el festival ya se llena. ¿Vamos a desplazar el público de Granada? Y ya es un grandísimo atractivo turístico. Hay que tener cuidado. En el mundo de la música clásica el Festival de Granada no es que sea conocido, es el más conocido. Creo que ya es el más internacional de los festivales españoles.

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