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Espiritualidad y bel canto

II Ciclo de Requiem

Programa: Gaetano Donizetti, 'Messa di Requiem'. Coro de Ópera y orquesta de Juventudes Musicales de Granada. Director: Andrés Juncos. Solistas: Blanca Valido (soprano), Marifé Nogales (mezzosoprano), Román Barceló (tenor), Pablo Gálvez (barítono) y Francisco Crespo (bajo). Lugar y fecha: Auditorio Manuel de Falla, 1 de noviembre de 2015.

Por segundo año consecutivo nuestra ciudad recibe el Ciclo de Requiem que organiza el Coro de ópera de Juventudes Musicales de Granada, con la colaboración del Ayuntamiento. Este año está dedicado al V Centenario de la muerte del Gran Capitán, y contará con varios conciertos dedicados a la más espiritual de las músicas: el repertorio religioso de difuntos.

Para inaugurar este segundo ciclo, el Coro de Ópera de Juventudes Musicales puso en escena la Messa di Requiem de Gaetano Donizetti, compositor italiano conocido mundialmente por su aportación al belcanto en sus óperas. Esta obra, poco conocida dentro del repertorio del autor, supone una clara traslación del lenguaje operístico puesto al servicio de la música religiosa. Así, esta misa de difuntos se articula como una sucesión de números vocales destinados a ser interpretados bien por el coro, bien por los solistas o bien por ambos. Para la ocasión el Coro de Ópera de JJMM ha contado con un quinteto solista de voces excepcionales, muy a propósito para la partitura, y con la orquesta de JJMM, formada por maestros de nuestra OCG y jóvenes intérpretes.

La introducción, consagrada exclusivamente a la orquesta, se presenta a modo de una obertura de considerable contenido dramático. La orquesta constituida para la ocasión, de sonido limpio y bien empastado, dio la solemnidad y dignidad necesarias a este momento, que enlaza sin solución de continuidad con el sobrecogedor Requiem aeternam del coro. Desde su primera intervención el Coro de Ópera de JJMM demostró, una vez más, las altas cotas de calidad que está adquiriendo pese a ser todavía una formación joven; particularmente empastadas sonaron las voces de los hombres, con presencia y claridad en el texto. Siendo esta Messa di Requiem una partitura eminentemente coral, la labor llevada a cabo en su interpretación por el Coro de Ópera de JJMM fue extraordinaria, dado el esfuerzo vocal que suponen las numerosas intervenciones. Mencionar, por ejemplo, el fugato del Kyrie, o el rotundo Dies irae, por destacar algunos de los muchos momentos de esplendor que mostró la formación vocal.

Junto al coro hay que reseñar igualmente el magnífico trabajo del quinteto solista formado por las sopranos Blanca Valido y Marifé Nogales, y por las voces masculinas de Román Barceló, Pablo Gálvez y Francisco Crespo. Este último destacó sobre manera en el aria de bajo Oro supplex, interpretada con una riqueza tímbrica y una perfección en la articulación dignas de una gran voz; no en vano, Francisco Crespo se revela como uno de los bajos de mayor potencia y riqueza de armónicos dentro de la nueva generación de cantantes españoles, digno heredero de Carlos Chausson. Igualmente acertado estuvo en el ofertorio Domine Iesu Christe el barítono Pablo Gálvez, cuya melodiosa voz secundó a la perfección el pie temático ofrecido por las trompas en uno de los números más bellos de la misa.

En líneas generales, el trabajo realizado por el director Andrés Juncos al frente del Coro de la Ópera y la orquesta de Juventudes Musicales fue de gran calidad musical, arropado por el destacado elenco de solistas, que estuvo a la altura de la interpretación. Fue una buena inauguración de este II Ciclo de Requiem. La próxima cita la tendremos el día 14 de noviembre en el Monasterio de San Jerónimo, con una de las obras cumbres del repertorio renacentista: el Officium Defunctorum de Tomás Luis de Victoria.

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