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Existe un papa "lleno de dolor pero discreto"

  • Michel Piccoli protagoniza 'Habemus Papam', la nueva cinta de Nanni Moretti

El actor francés Michel Piccoli, que ayer presentó en París la película Habemus Papam, confesó que el director, el realizador italiano Nanni Moretti, le pidió interpretar el papel de un papa "lleno de dolor pero discreto". "Creo que no hubo ninguna indicación, pero había entre nosotros una intimidad de trabajo. No nos conocíamos", dijo el actor (París, 1925) sobre la manera de trabajar con el cineasta italiano.

"Y poco a poco comprendió que yo entendía qué película quería hacer él. Y que sobre todo no hacía falta que fuera un actor, sino que fuera un papa, solamente un hombre de iglesia, y tímido, secreto, lleno de dolor pero muy discreto", explicó Piccoli, que da vida a un papa en fuga por las calles de Roma.

"Cuando además se interpreta un personaje de esta importancia, que tiene como dos hábitos, el religioso y otro 'neutro' en su fuga, ya era muy fácil (saber) que había que interpretar de una manera muy discreta, secreta y tímida", aclaró el actor en una conversación durante el pasado Festival de Cannes.

Piccoli interpreta en el papel protagonista del filme de Moretti a un cardenal, elegido papa por el cónclave en el Vaticano pero que, un instante antes de salir a saludar a los fieles en el balcón de la Basílica de San Pedro, se da cuenta de que no puede asumir la responsabilidad.

"Creo que, como otros hombres importantes, un papa, cuando dice que no es capaz de serlo, no tiene más opción que la de ser tímido ante los demás, ante Dios, ante Nanni Moretti", medio bromeó el actor, que ha trabajado con los directores más importantes de la historia del cine.

"Y él (Moretti) también lo era ante mí, en el sentido positivo. Secreto, no tímido. Pero la timidez también puede estar muy bien cuando se está en una profesión en la que uno está entre tímidos".

"No podía interpretarlo como a un payaso", resumió Piccoli, quien se consideró un "colega" del papa Juan Pablo II, el pontífice de quien se sospecha, sin dar su nombre, que es quien precede en el Pontificado al personaje que interpreta el actor francés de origen italiano.

"Escribió obras de teatro, sospecho que tuvo una amante que era actriz, o al menos se lo deseo, si es que se le pudiera desear algo", bromeó. "Era un religioso, pero era un hombre de la vida real, no era un sacerdote perezoso o un poeta, sino un sacerdote de combate", dijo Piccoli alargando sus consideraciones sobre ese papa tan influyente en el siglo XX.

"Me pregunto si en profesiones como las de sacerdote, cardenal o papa, o la de artista en general, no se demanda mucha energía de creer, no ya de creer en Dios, pero sí de creer en la imagen general de qué es el hombre y la mujer", consideró. Y mirando hacia atrás en una carrera tan prolífica como la suya, Piccoli estimó que lo importante profesionalmente para él fue "la oportunidad de trabajar a menudo con cineastas espléndidos, especialmente italianos, pero también con Buñuel, que era español".

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