El joven Federico pasaba las horas junto al pozo que compartían su casa y la de Frasquita Alba. Lo que escuchó y alcanzó a ver desde allí, sería la base de su obra teatral La Casa de Bernarda Alba, o eso es lo que siempre se ha contado... Si fuere o no fuere Frasquita la misma Bernarda pocos lo sabrán. Por el momento, la casa en la que residió la Frasquita real no será ni de ella ni de Bernarda, sino de la memoria del propio poeta, pues el Consorcio de municipios de la Vega-Sierra Elvira y el Patronato de Lorca han conseguido el "sí quiero" de los numerosos herederos con apellido Alba, para la adquisición de la vivienda, explicó ayer la alcaldesa de Valderrubio, Paqui Blanco.

Los trámites administrativos -que aún no tienen fecha de vencimiento- pondrán fin a una compra que ya se perdía en el tiempo. Según informaba en febrero RadioGranada la venta se llevará a cabo por una cuantía de 180.000 euros.

El inmueble, que obtuvo la consideración de Bien de Interés Cultural por parte de la Junta de Andalucía hace tres años, está situado en la parte de atrás del actual Museo Lorca de Valderrubio. Con la transacción, se plantea su ampliación y se supone el aumento del interés cultural y turístico.

Valderrubio o Asquerosa (como originariamente fue nombrada la localidad), fue junto a Fuente Vaqueros, Víznar y Alfacar uno de los territorios más destacados en la vida y obra del poeta. Como el propio Federico escribe en una misiva a Melchor Fernández Almagro allá por 1921, "Asquerosa es uno de los pueblos más lindos de la vega por lo blanco y por la serenidad de sus habitantes. Creo que mi sitio está entre estos chopos musicales y estos ríos líricos...". Ahora sus admiradores harán "del sitio de Lorca" su propio lugar, pudiendo saciar aún más su curiosidad con la incorporación a la Casa Museo Federico García Lorca de Valderrubio, -abierta al público en 1998 y construida en 1915 sobre los cimientos de la antigua vivienda que el padre de Federico convirtiese en el domicilio rural-, de la vivienda que inspiró al poeta para su obra La Casa de Bernarda Alba. Ahora más que nunca la composición cobra vida, con la futura posibilidad de poder observar el emplazamiento donde el mismo Lorca escuchó y sintió la historia de las Alba, que como es mundialmente conocida versa sobre el luto riguroso y la reclusión de Bernarda y sus cinco hijas tras la muerte de su segundo marido.

Para el hispanista Ian Gibson "ya era hora de recuperar la casa en la que se inspiró" el poeta para escribir una de sus obras más sobrias.