Superados los veinte años de vida, Funkdación es una de las instituciones musicales de la escena granadina y una de las bandas más activas a la hora de amenizar los saraos veraniegos. Como muestra, valga su presencia como cabeza de cartel, este próximo viernes, en el renovado Festival Fusión Velillos de Moclín, que en esta novena edición ha decidido tirar la casa por la ventana y ampliarse a dos los días de celebración, con un sinfín de actividades gastronómicas y de ocio, recreaciones medievales, y zona de acampada. Y todo, como la propia entrada, por la patilla. Mañana estarán, junto a Funkdación, Pezón Blues y D'Baldomeros, y el sábado, serán SonDeNadie, La Trueke, La Banda de Pepo y ¡Venga-Venga! los encargados de poner la música a unas fiestas que no se olvidarán fácilmente en la comarca. Funkdación, además, tienen otra cita a final de mes, en concreto el 25 de agosto en La Nube, y nos cuentan sus proyectos cuando acaban de recibir el segundo premio a la Mejor Banda Nacional en el Festival Portón del Jazz de Alhaurín de la Torre, imponiéndose a casi 200 grupos.

-¿Cómo han recibido el reconocimiento?

-La verdad es que el concurso del Portón del Jazz es un referente de músicos nacionales en torno al jazz y la fusión de primer nivel. Poder formar parte de los tres finalistas no ha sido fácil y terminar consiguiendo el segundo puesto lo veíamos muy difícil por el nivel de los participantes. Nos sabe a gloria y nos viene fenomenal para celebrar nuestro XX aniversario.

-Repasando la lista, han pasado casi treinta personas por el grupo. ¿Se consideran una universidad del funk?

-Pues creo que Funkdación ha sido impulsor de este estilo en este país y muchos músicos han tenido siempre interés en tener contacto con nosotros y nuestras puertas siempre están abiertas, para muchos músicos jóvenes somos un referente y efectivamente hemos tenido la suerte de poder contar con muchos artistas en la formación que han aportado mucho a la trayectoria de la banda y también pienso que todo aquel que pasó por nuestras filas tiene un grato recuerdo de su paso por la banda. Nos sentimos más bien impulsores de un género y constantes en un proyecto con la experiencia necesaria para ir evolucionando cada vez más en nuestra música aunque nunca dejas de aprender.

-¿Algún alumno graduado cum laude?

-Podrían ser muchos músicos que pasaron por Funkdación. Ahora, más bien amigos consideramos a Julián Sánchez, considerado uno de los mejores trompetistas del jazz actual, que dio sus primeros pasos con nosotros, los hermanos Quirós, como sección de metales, ambos con reconocidas carreras musicales, Agustín Sánchez, Conny Resch, Toto Fabris, Carlos Sánchez, Carlos Vázquez, Fernando de Araujo, por citar algunos nombres que fueron claves en la formación.

-Si el funk es caliente, tórrido, sudoroso, etc. ¿tendrán poco trabajo este verano no?

-(Risas) Al contrario diría yo, el funk es caliente y sudoroso pero llamativo en verano por su ritmo bailable y fresco, así que tenemos un verano entretenido de conciertos por delante que viene desde atrás cuando iniciamos la gira presentación de nuestro nuevo trabajo por el mes abril y que finalizará en septiembre para continuar con los proyectos de la banda.

-Hay grupos que han retomado el funk con cierto sentido kitsch, vosotros sois en cambio extremadamente serios. ¿Pata de elefante o buen sonido?

-La pata de elefante fue nuestra seña de identidad durante muchos años pero la madurez de los músicos ha ido enriqueciendo las nuevas composiciones, quizás la evolución natural de la banda nos lleva a cuidar más el sonido y las composiciones pero sin perder la identidad de la banda y adaptándonos a los nuevos tiempos musicales que cada vez son más exigentes. No creo que seamos serios, lo que sí pretendemos cada día es tener un buen directo y que la gente pueda disfrutar de nuestro show cada vez más cuidado.

-¿Vender funk desde Andalucía no es como vender camellos en Groenlandia?

-Bueno sí, pero eso pasaba antes, cuando bandas como la nuestra no tenían donde encajarse a nivel de festivales, y teníamos que llamar para poder formar parte en algún cartel. Ahora es diferente y nos llaman a nosotros de muchos de ellos, como el Velillos, cosa que nos satisface mucho. Hemos esperado muchos años para que esto surgiera y hemos puesto nuestro granito de arena produciendo nuestros propios eventos musicales y festivales, nos hemos convertido en músicos, compositores, productores y con nuestra propia agencia de management ahora cada vez somos más independientes a la hora de vender y promocionar nuestra música. -Vuestros temas son originales, pero podrían ser perfectamente hits de los años setenta. ¿Cómo se consigue ese clasicismo instantáneo?

-A veces debes conocer el estilo que trabajas a fondo, nuestros últimos singles tienen la capacidad de mover a la gente en nuestros conciertos, eso es muy importante para una banda. Si compones conociendo el estilo es fácil que pueda surgir algún hits que otro, y estudiando los referentes a fondo consigues esa magia de poder desarrollar composiciones de mucho ritmo siempre imprimiendo el carácter y la identidad de la formación.

-Cantante nuevo. Y van… ¡¡¡cambian de mujer a hombre como si tal cosa!!!

-La voz principal tiene mucho protagonismo en el grupo, cambiar de voz ha sido un paso importante. Ahora Ralph, la nueva voz ha sido capaz de plasmar ese aire fresco que Funkdacion necesitaba. Ahora solo miramos al futuro y los proyectos que nos quedan por hacer.

Se llaman Garob y pasan por ser una de las formaciones más audaces y renovadoras del jazz actual. Cuando mencionan a sus referentes no se alejan varias décadas para recordar ni a Miles Davis, ni a Chic Corea, ni a Archie Shepp ni a Ornette Coleman, a pesar de definirse como un grupo de fusión y de situarse en la vanguardia del jazz, sino que sorprenden soltando nombres como los de Nirvana o Radiohead (al parecer el grupo pop favorito de los músicos que no hacen pop, pues entre la parroquia poppy despiertan tantas adhesiones como repulsas), y propuestas que van del jazz más electrónico, como Kneebody o Flying Lotus, el proyecto del nieto de John y Alice Coltrane; al moderno R&B, como los australianos Hiatus Kaiyote; o fusiones personales como las de Thundercat, el proyecto en solitario del bajista de Suicidal Tendencies, o Tigran Hamasyan, el músico armenio que empezó como niño prodigio haciendo rock setentero y que con los años derivó hacia el jazz. Estamos pues ante unos músicos inquietos y no acomodaticios en búsqueda constante de nuevos matices para la improvisación. El grupo lo formaron en San Sebastián unos alumnos del prestigioso Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco, con la intención de crear a partir de composiciones originales en la senda de la fusión de estilos en clara apuesta por la experimentación y la vanguardia. Corría el año 2013 cuando Daniel Juárez al saxo tenor, Jesús Caparrós al bajo eléctrico, Álvaro del Valle a la guitarra, Aarón Castrillo a la batería y Erik Niemietz al teclado, todos jóvenes y emergentes talentos del panorama jazz actual, decidieron crear una propuesta de fusión pop-jazz llena de frescura y originalidad, que a finales de 2015 obtuvo el Premio a Mejor Banda y a Mejor Composición, por el tema Love Frecuency Oscilation, de Jesús Caparrós, en el VI Concurso de Jazz de Castellón de la Universidad Jaume I, que convocaba el INJUVE. Sus hallazgos han quedado plasmados finalmente en el álbum "Bidaia", que han publicado este pasado mes de marzo y que esta noche presentan en la Plaza de las Culturas, dentro del ciclo Jazz en la Plaza que organiza la fundación CajaGranada con la colaboración de la Asociación Ool-Ya-Koo en el Centro Cultural Memoria de Andalucía de la caja granadina.