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García Montero y Fortes, condenados a verse en los pasillos de Letras

  • El autor de 'Habitaciones separadas' regresa a las clases mientras el profesor permanece en la UGR porque le han denegado la jubilación anticipada

Luis García Montero y José Antonio Fortes están condenados a verse en los pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras. El poeta y profesor de la asignatura Federico García Lorca y la Generación del 27 abandonó hace cuatro años la UGR con un firme juramento: no volver hasta que Fortes abandonara el departamento de Literatura Española. En este tiempo, el catedrático Andrés Soria Olmedo impartió una de las clases preferidas por los alumnos hasta que, a finales del curso pasado, el autor de Intelectuales de consumo y profesor de Imaginario Femenino en la Literatura Española solicitó la jubilación anticipada. Así que García Montero pidió a su vez su reincorporación a la Universidad. Sin embargo, en la actualidad se están rechazando todas las peticiones de jubilación anticipada, por lo que Fortes sigue dando sus clases y García Montero, que comienza a impartir su asignatura la próxima semana, tendrá que convivir con el hombre que le llevó a juicio por calificarle de "perturbado" en las páginas de El País.

Cuando se marchó en diciembre de 2008, después de ser condenado por "injurias" por el juez Torres, el poeta consideraba que la situación en el departamento era "insostenible". "Yo he convivido durante algunos años con alguien que en público y por escrito decía cosas como que Lorca era un fascista o que Ayala era un nazi, que yo, por colaborar con el grupo Prisa, era un vendido al capitalismo, o que había provocado el suicidio de mi amigo íntimo Javier Egea", indicó García Montero, para quien la situación era "muy difícil" de soportar.

"En cualquier otro país del mundo si se hacen bromas con el Holocausto, uno puede tener problemas con la justicia. Aquí se hacen bromas sobre si a García Lorca lo torturaron o no lo torturaron y encima se le da un premio de 3.000 euros", afirmó en su día el catedrático, en alusión a la conferencia que Fortes impartió en un acto auspiciado por la Cátedra García Lorca, que presidía Antonio Carvajal, en la que el profesor dijo, entre otras cosas, que al autor de Yerma "no le hicieron lo que a muchos profesores universitarios, que cavaron tumbas sin parar sin saber si alguna iba a ser la suya. Ya está bien de pasión, a Lorca no lo torturaron".

Ya en 2010, el profesor Fortes publicó Intelectuales de consumo, en el que se despachaba con García Montero definiendo su obra como "un ejercicio supino de de mediocridad intelectual e ignorancia olímpica". "Engaña a las masas, las aliena, les vende basura ideológica", continuó en el libro afirmando de paso que García Lorca "no es nada" o que Muñoz Molina disfraza su "ideología de derechas". Por si fuera poco, el autor de Habitaciones separadas verá en los próximos meses como su 'enemigo íntimo' publica un libro sobre Federico García Lorca en el que se reafirma en sus tesis mientras García Montero imparte con entusiamo sus clases sobre el poeta de Fuente Vaqueros.

Pasados cuatro años, las cosas vuelven a su punto de origen. Dos vecinos de departamento abiertamente enfrentados y trasladando opiniones radicalmente distintas a los alumnos: uno, hablando de Lorca como uno de los genios del siglo XX, otro calificándole de "mediocre".

Los pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras verán caminar a dos profesores radicalmente distintos.

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