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El Holocausto gitano a través de la mirada poliédrica de Israel GalvánMás de cien alumnos se enfrentan al reto de Bruckner y Wagner

El baile flamenco pasado por el caleidoscopio de la psicología poliédrica del coreógrafo Israel Galván llega al Teatro Alhambra. En Lo Real, Galván se adentra en la historia para escenificar en abstracto el genocidio sufrido por el pueblo gitano por parte del régimen nazi, acompañado de dos bailaoras de altura, Isabel Bayón y Belén Maya.

Lo Real / Le Réel / The Real es una coproducción del Teatro Real de Madrid con Théâtre de la Ville de Paris, Mercat de les Flors de Barcelona, Stadsschouwburg Amsterdam, Flamenco Biënnale Nederland, Ludwigsburger Schlossfestspiele y el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, y con la colaboración del Instituto Andaluz del Flamenco de la Junta de Andalucía. En ella, Galván se acerca a un hecho histórico controvertido y doloroso, introduciendo preguntas mucho más profundas sobre la persecución de etnias, la supervivencia de las mismas, o la inquietante fascinación que, sin embargo, demostró este régimen.

Además de las bailaoras coetáneas del coreógrafo Isabel Bayón y Belén Maya, para este proyecto Israel Galván ha contado con la guitarra de Chicuelo y el cante de Tomás de Perrate y David Lagos, completando el cuadro flamenco con Emilio Caracafé, José Jiménez Santiago 'Bobote' y Carmen Lérida 'Uchi'. La Compañía Sistema Tango o los actores Pablo Pujol y Pepe Barea también forman parte de esta gran producción.

Israel Galván de los Reyes (Sevilla, 1973) se hizo famoso en el mundo del flamenco por sus complicados pasos de baile con complicados movimientos de pies, así como por proponer un lenguaje expresivo propio, desconocido hasta el momento en el baile flamenco, basado en fragmentaciones, mezclas, sumas de gestos.

En los años 2002 y 2003 consolidó su reconocimiento en EE UU, Japón e Hispanoamerica. Además, fue requerido por Enrique Morente en su conciertos, grabaciones de discos como El pequeño reloj o en la película documental: Morente sueña la Alhambra. De Israel Galván dijo Morente: "Es el más viejo de los bailaores jóvenes".Cabe destacar su intervenciones dancísticas en obras de música clásica española, donde pudo contemplarse una absoluta cohesión entre el lenguaje expresivo del baile flamenco ortodoxo, la danza clásica española y sus figuras o actitudes personales. En 2006, el filósofo e historiador de arte Georges Didi-Huberman publicó el libro: Le danseur des solitudes (El bailaor de soledades, Pre-Textos), una disertación ensayística en torno a la figura de Israel Galván y su obra inspirada en la tauromaquia Arena.

Llegan los días grandes para los alumnos del Curso de Interpretación Musical Orquestal, Camerística y Solista, dentro de la 44 edición de los Cursos Internacionales Manuel de Falla. Ayer y esta tarde, en la Escuela de Ingeniería de Caminos, se presentan ante el público del Festival de Música y Danza (dentro del FEX), en formato de cuartetos y quintetos, con un repertorio de obras que van del conocidísimo Septimino de Beethoven hasta los cuartetos de Hindemith. Y mañana, en el mayúsculo Auditorio Manuel de Falla, interpretarán todos juntos la Sinfonía nº 3 de Bruckner y el Preludio de Tristan e Isolda de Wagner. Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos de la historia de estos cursos: reunirán en el escenario, entre alumnos y algún colaborador extra, a 103 intérpretes para un programa de esta envergadura -la Orquesta Ciudad de Granada, por poner un ejemplo, tiene menos de la mitad-.

"El reto es, ante todo, organizativo. Hay que tener en cuenta los diferentes niveles, y que todos puedan estar a gusto en su sitio y con su función. Al principio, en los primeros ensayos, como director me presentaba de una forma más neutra, pero ya hemos desarrollado cierto 'feeling'. Creo que lo podemos hacer bastante bien, y la acústica del Manuel de Falla va a ayudar bastante", comenta el director de orquesta Gabriel Delgado Morán, que tendrá la batuta en el concierto del viernes. Este año se cumple el 200 aniversario de Wagner, y ya que todo festival y auditorio del mundo que se precie lo está celebrando, ésta es la manera en la que se va a hacer en los Cursos Manuel de Falla. "Bruckner era un gran admirador de Wagner, e incluso le dedicó esta tercera sinfonía a él. En ella se cita en varias ocasiones Tristán e Isolda, por lo que además tocar el preludio de dicha obra es la mejor forma de conectar a un compositor con otro", explica Gabriel Delgado.

"Sólo el hecho de poder disfrutar de estas dos obras en directo ya es algo inusual, normalmente quedan reservadas para las grandes agrupaciones y los grandes escenarios, puramente por razones de infraestructura y recursos, que en este caso tenemos", explica el coordinador de este curso, Miguel Ángel Rodríguez Láiz. De los 103 miembros de esta orquesta, que en estos días está llenando de música distintos espacios del Hospital Real con sus ensayos, aproximadamente 90 son alumnos de estos cursos. "Aproximadamente la mitad son de fuera de Granada. Vienen de Galicia, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Castilla y León… Y para muchos de ellos el reclamo es poder estudiar con algunos profesores de renombre para su especialidad concreta", explica el responsable de este curso, que también fue alumno, pero en el año 1990.

Es la primera vez que estos seminarios formativos se dan 'in crescendo', y ha resultado un éxito de convocatoria. Los primeros días, cada alumno disponía de clases específicas de su instrumento con profesionales concretos, profesores también venidos desde las más prestigiosas escuelas de música. Después, han empezado los ensayos en grupos de cámara, y finalmente, los ensayos y prácticas orquestales. Al ser una agrupación tan numerosa, no hay más remedio que dividir primero por ensayos de secciones, y luego reunirse en conjunto. José Luis Estellés, de la OCG, por ejemplo, se encarga de los ensayos de viento, en la sala principal del rectorado de la Universidad de Granada.

Reencuentro musical

Patricia Domínguez Fernández (flauta travesera, de Consuegra, Toledo, 19 años) es una de las alumnas del Curso de Interpretación Musical. No obstante, es residente en Granada, y estudia en el Conservatorio Victoria Eugenia. "Quise matricularme porque hablan muy bien del profesor de flauta, y quería tener mi opinión personal al respecto". Se refiere a William Bennett, uno de los solistas más reconocidos de este instrumento y afamado profesor. "Justamente por no tener nada que ver con las clases que uno recibe el resto del año académico, estos cursos concentran tu atención y aprendes mucho, porque te encuentras con otros estilos diferentes, y te sientas junto a gente que toca mejor y peor que tú, o simplemente diferente".

Por su parte, Elena Romano Martín (clarinete, de El Espinar, Segovia, 19 años), ha venido expresamente a Granada porque uno de sus profesores se lo recomendó. Ella ha estudiado estos días con el maestro Michel Arrignon, de la Escuela Superior Reina Sofía de Madrid. "La convivencia es absoluta, porque además de ensayar durante muchas horas, acabamos comiendo juntos, e incluso yendo a los conciertos del Festival juntos, y aprendes mucho de profesores y de compañeros". Precisamente este curso ha servido para que Patricia y Elena se reencontraran. "Yo fui de pequeña a un campamento musical, en Segovia", dijo la primera. "Espera… ¿Tú eres aquella Patricia? ¿Con la que luego me escribí cartas durante un tiempo?", responde la otra. Hacía diez años que habían perdido el contacto y se han reconocido ahora, en Granada, para recuperar su amistad. Y para actuar juntas.

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