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Imaginación salvaje

  • El Palacio de los Condes de Gabia acoge hasta febrero la muestra 'La imagen y el animal', en el que recoge obras de una nueva generación de pintores andaluces con una enorme proyección de futuro

¿Qué tienen los animales que tanto han fascinado al hombre desde siempre? ¿Por qué las primeras pinturas que se conocen, las rupestres, eran de animales? ¿Por qué en la Edad Media los escudos de los grandes señores estaban plagados de animales como el león? ¿Por qué casi todas las banderas o los símbolos de los países llevan un animal? Ésa parece ser la misma pregunta que se ha hecho un grupo de pintores y escultores andaluces, nacidos entre 1969 y 1982, que se han dado cita en una exposición colectiva en el Palacio de los Condes de Gabia. En la muestra La imagen y el animal pretenden ofrecer su visión personal de lo que para ellos es la fauna de los sentimientos. Su imaginación animal.

La exposición ha sido coordinada por el comisario Javier Sánchez. "Esta exposición se interroga por el vínculo entre la imagen y el animal desde diferentes perspectivas, de los mitos y símbolos sagrados a la intuición de su pura presencia, de la efigie y el emblema al retrato zoológico, del signo icónico a la alegoría aberrante, en el contexto del arte contemporáneo en Andalucía", escribe Javier Sánchez explicando la idea.

Artistas jóvenes, pero con proyección internacional. Entre ellos se encuentran Santiago Ydáñez, Paco Pomet, Jesús Zurita, Marina vargas, Martín Freire, Rubén Guerrero, Antonio Montalvo, José Miguel Pereñízguez, Cristina Lama, Domingo Zorrilla, Miki Leal o Pablo Capitán. Todos con un futuro absolutamente prometedor y todos con una calidad indiscutible en su trabajo.

Las obras han sido realizadas ex profeso para la exposición. Algunas de ellas, como las de Marina Vargas o Jesús Zurita, realizadas in situ: desaparecerán cuando se cierre la muestra, ya que se trata de murales pintados sobre la pared de la sala de exposiciones de Condes de Gabia.

"Yo no sé si soy el más adecuado para explicar el por qué de la elección de los animales", comenta Jesús Zurita. "El comisario, Javier Sánchez, se dio cuenta de que en la obra que muchos artistas andaluces el animal estaba muy presente. Si el animal estaba en nuestro discurso, Javier Sánchez tuvo la idea de reunirnos a todos".

Para Zurita, la muestra es formidable. "Personalmente, estoy muy orgulloso de participar en esta exposición, porque es muy curiosa", comenta. "En la misma sala coinciden artistas de la misma generación y eso le da cierto viso de panorama. Además, nos da la oportunidad de dar a conocer lo último que estamos haciendo. El hecho de participar con artistas que ya conocía anterior y personalmente, como Santiago Ydáñez o Paco Pomet es un lujo. También hay gente joven que viene empujando con mucha potencia, como Antonio Montalvo, Marina Vargas, Pablo Capitán o Martín Freire".

La muestra ofrece propuestas imaginativas de todo tipo. Santiago Ydáñez decidió anclar dos ciervos disecados, bocabajo, en el techo de la sala de exposiciones. Marina Vargas utiliza también los ciervos -y el toro- para mezclar esculturas con murales pintados sobre la pared. El propio Zurita realiza un gigantesco mural. "Fue un trabajo un poco tortuoso. Yo suelo terminar muy pronto mis trabajos", comenta. "Pero surgieron complicaciones técnicas de última hora e imprevistos que sobrepasaron mis previsiones. Afortunadamente, terminé a tiempo".

Otras de las obras más llamativas son los cuadros de Paco Pomet. En uno de ellos retrata un paisaje polar en el que el juego de azules para las diferentes texturas del agua da casi sensación de congelación en el espectador. Todas las obras son de una altísima calidad. También muestran el empuje que está teniendo el arte que se realizan en ciudades como Granada.

"Creo que Granada es una ciudad distinta a otras. Granada y Sevilla. A las dos ciudades pertenecemos casi todos los artistas", señala Zurita. "En Granada, especialmente, hay un momento muy bueno en cuanto a artes plásticas se refiere, y una capacidad muy potente que, en lugar de quedarse estancada, cada vez está creciendo más".

"Llevamos en nostros la facinación de las imágenes animales", escribe Javier Sáncez. "Cada época produce su propio bestiario simbólico y encuentra su diferencia en el índice de su latencia o su desencadenamiento". Esos animales han servido para que se desate puro arte.

Colectiva. Condes de Gabia. Hasta febrero

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