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Un Islam occidental

  • López Barrios se adentra en la historia de esta religión y propone ser conscientes de la manipulación de los ulemas

Si los preceptos de Muhammad no hubieran sido manipulados cien años después de su muerte merced a interpretaciones interesadas, el Islam podría haberse convertido en la religión reformadora que pretendía el Profeta. Francisco López Barrios denuncia en La conspiración de los ulemas "el apaño y la gran manipulación" que hicieron estos 'doctores de la ley islámica' del Corán.

"Los ulemas conspiraron contra la libertad de los seres humanos y la idea de la religión y de dios como una forma de liberación. Cogieron esa predicación y la transformaron en una historia opresiva y de organización al servicio de unos intereses económicos, al servicio de los omeyas". Pasa, aclara, "como con los papas aquí. Siempre son los mismos, sólo que con diferentes tocados".

En este amplio ensayo, el periodista critica el cursi multiculturalismo de la convivencia 'falsa' entre religiones y acusa a los simplistas que piensan que el Islam es una religión perversa que define un tipo de terrorismo. "El enemigo no es el cristiano del musulmán y el musulmán del cristiano, el enemigo no es creer en dios de una manera o de otra, los enemigos son los ulemas o los obispos, esa franquicia que separa a dios del ser humano, esa zona intermedia que decide lo que es bueno y lo que es malo".

López Barrios cree en la posibilidad de un Islam Occidental. Lo predice en un futuro inmediato. "Sin duda es posible la democracia en el Islam", tal y como defendía el Profeta, quien siempre tomaba sus decisiones en asamblea y quien permitía la entrada y los rezos en la Medina de cristianos. Lo contrario, hubiera sido ir en contra del Dios único que propone el Islam, el mismo para cualquier religión. "Hay musulmanes que me hablan de la posibilidad de una república laica. Si soy musulmán y sigo el ejemplo del profeta, que era asambleario, es posible".

Lo dice con conocimiento de causa. López Barrios, que vivió su infancia en Marruecos, recuerda con especial cariño las nanas que le cantaba Arquía, la mujer que le cuidó como a cualquiera de sus hijos, en árabe popular marroquí, o las peleas a piedras que representaban las rencillas históricas entre árabes, cristianos y judíos.

De ese libro musical y mágico, de impresionante coherencia interna, destaca una enseñanza que acabaría de un plumazo con las amenazas de algunos grupos que dicen defender el Islam, como Al Qaeda. "No respondas a un mal con el mal, responde a un mal con un bien y entonces tu enemigo se convertirá en tu amigo". De hecho, esta aleya de Muhammad aparecía en la primera Fatwa condenatoria publicada desde dentro del Islam contra el terrorismo de Ben Laden. El Corán no sólo no dice que se pueda matar a inocentes, sino que lo prohíbe, porque quien mata a una persona inocente mata a toda la Humanidad.

El presidente de la Junta Islámica de España, Mansur Escudero, fue su principal redactor y en la obra del periodista granadino es largamente entrevistado en una segunda parte del libro. Sobre su conversión y gran influencia en España hablan largo y tendido en una entrevista sin tapujos, donde Escudero defiende, por ejemplo, que no hace falta saber árabe para conocer el Corán y sus afirmaciones. Que hay montones de árabes que no entienden el Corán, que se lo saben de memoria y así, de memoria, son capaces de recitarlo, aunque ignoren el verdadero significado de lo que están diciendo.

Mansur Escudero se ha preocupado incluso por escribir a Zapatero y Erdogan para que los cristianos puedan rezar en Estambul.

"Ni el Islam es tan violento como solemos pensar, ni tiene que ser tan antidemocrático como nos hacen pensar ni tan antifemenino... De hecho, Muhammad fue un liberador de la mujer y por eso tuvo un montón de broncas".

¿Cómo una religión que predica la paz podría ser perversa?

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