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Juan Perro lleva su evolución musical permanente al Tendencias

  • El músico actúa hoy con su nuevo proyecto, Zarabanda, en el que aúna ritmos africanos, caribeños e hispanos y hace una investigación retrospectiva sobre los diferentes géneros que lo han influido

Pocos músicos tienen la capacidad de adaptarse a los tiempos musicales y mantenerse vigentes, y a la vez darse el gusto de experimentar mediante el abordaje de los más diversos estilos. Sí lo ha conseguido Juan Perro, que llegó anoche al Paseo de las Flores de Salobreña para participar en el Festival Tendencias, con un nuevo proyecto, cómo no, en el que fusiona ritmos afroamericanos, latinos e hispanos.

Tal ha sido la evolución de este artista que incluso ha cambiado hasta su nombre artístico. Como Santiago Auserón, tal como se llama realmente, lideró el grupo de rock Radio Futura entre 1980 y 1992, fundamental en la movida madrileña. Después adoptó el seudónimo de Juan Perro y se embarcó en un proyecto bien diferente en el que su música sintetiza los ritmos que se le pongan por delante, rock, jazz, son cubano, flamenco y todo aquello que sea susceptible de fusionarse.

Juan Perro & La Zarabanda es la iniciativa que ocupa actualmente a este cantante y compositor zaragozano, surgida por un encargo del Festival Etnosur de Alcalá la Real. Así, coincidiendo con sus veinte años de andadura, Juan Perro explica que decidió realizar "una especie de retrospectiva de la investigación que me ha llevado a buscar los sones americanos hechos en nuestra lengua, y sobre todo de volver a conectar la influencia afrolatina con lo que aprendí en la calle de crío, que era la herencia del rythm & blues y del rock and roll primitivo".

Pero a este trabajo de las últimas dos décadas, el artista añade una nueva inquietud respecto al papel que la negritud pudo cumplir en las músicas populares de la península: "Después de husmear por las bibliotecas, uno se da cuenta de que la historia española ha olvidado algunas cosas importantes, como que en Andalucía hubo presencia de la negritud en un número elevado y que influyó en las danzas y cantos populares, cuyo rastro todavía persiste en diversas modalidades del compás flamenco", relata, y agrega que "la zarabanda representa eso, pues fue uno de los que se llamaron bailes de negros en la segunda mitad del siglo XVI o principios del XVII, y que llegaron a entrar en los salones y en la aristocracia". Ese estudio no sólo se ha volcado en la música, sino también un libro que prevé publicarse en el mes de octubre.

Para el artista, la zarabanda representa "ese territorio del compás interétnico que ya lleva fraguándose siglos en la península, y que nos da pleno derecho a considerarnos como participantes en los intercambios rítmicos intergeneracionales". De ahí que le haya dado ese nombre al conjunto de nueve músicos de procedencia diversa que lo acompañan en este proyecto gestado hace un año.

Ayer no fue la primera vez que Auserón actúo en Salobreña, pues ya lo hizo en los años ochenta cuando Radio Futura estaba en lo más alto de la ola, en una actuación que el vocalista no olvida por varios motivos. Por una parte, recuerda que "fue muy emocionante" tocar en el castillo árabe porque "el marco era absolutamente impresionante, maravilloso. Era un privilegio tocar allí arriba". También rememora el proceso de montaje del escenario: "Los camiones no podían subir hasta allá y había que subir el equipo a hombros de la gente, y había una reata de porteadores que parecía que se estaba construyendo la Torre de Babel".

Pero hubo otra anécdota curiosa que marcó aquel concierto, como fue el robo en plena actuación de un pedal de guitarra que Santiago Auserón había comprado en Estados Unidos. "Fue una escena divertida porque en mitad de una canción, mientras yo tenía las manos ocupadas en tocar la guitarra, un chiquillo que estaba en primera fila, ni corto ni perezoso, con una parsimonia tremenda y mirándome a la cara, desenchufó los cables de los pedales y se llevó tranquilamente uno de ellos", explica el músico. La historia tuvo otro capítulo muchos años después, pues la persona en cuestión le dejó a Auserón un mensaje en facebook diciéndole que aún conservaba el pedal: "Yo ahora le contesto desde aquí que 'Ojalá te haya aprovechado para algo'".

Aquellos años de éxito comercial quedaron atrás, por voluntad del propio músico, que optó por un camino probablemente menos redituable en lo económico, pero más enriquecedor en lo personal y artístico. Un camino que casa con el espíritu del Festival Tendencias, una iniciativa que Juan Perro aplaude y por la que felicita a sus promotores, ya que "no es fácil aguantar en el circuito español durante más de veinte años, y menos en estos días". Afirma que "el sostener la música popular creadora en España es garantía de futuro, casi más que el rescate de la deuda, porque de ahí tiene que salir la imagen con que nosotros seamos capaces de inventarnos un país nuevo".

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