Concierto en Granada

La Trinidad: punk, juventud y mala leche

  • La banda malagueña, una de las grandes promesas del pop nacional, actúa este viernes en la Boogaclub junto a los catalanes Medalla

Carlos, Jorge y Sixto, integrantes de la Trinidad, monta a caballo a lo Abascal.

Carlos, Jorge y Sixto, integrantes de la Trinidad, monta a caballo a lo Abascal. / Sergio Albert

La escena independiente de Málaga no se puede entender sin La Trinidad, un proyecto paralelo a The Loud Residents, que hace dos años tocó en Granada como Los Redrum. La joven banda bebe de la primera ola del punk; del power pop de los 80; y de grupos españoles como Siniestro Total, Parálisis, Futuro Terror o Biznaga. También de la poesía y del cine quinqui. Luego, con razón, escupen perlas como ésta: "Queridísimos esbirros: sangre y dinero huelen a lo mismo (...) no hay lugar para una pureza igual, huyamos pronto, nos aguarda el capital".

El grupo firmó este verano con Sonido Muchacho, el sello de los codiciados Carolina Durante y de los míticos Airbag. Ahora se preparan para grabar su trabajo -tras varios EPs- con el productor andaluz alternativo por excelencia, Paco Loco. Antes de meterse en el estudio, el trío formado por Sixto, Jorge y Carlos harán este viernes una parada en la sala Boogaclub. La banda barcelonesa Medalla calentará motores a partir de las 23:30 horas.

¿Dedicarse a la música en este país es un milagro? "Dedicarse a cualquier cosa en este país es un milagro. Conseguir un trabajo estable o digno es prácticamente imposible. Si lo llevamos al terreno de la música mucho más todavía, al estar dentro de la cultura que es muy precaria y políticamente muy denostada porque los presupuestos son poco generosos. Hay también una persecución desde las instituciones locales o judiciales", reconoce el cantante de La Trinidad, Sixto Martín. "Tendríamos que empezar a ganar mucho dinero para plantearnos vivir de esto exclusivamente. No nos gustaría malvivir. Esto es para unos pocos privilegiados", zanja.

El sonido del conjunto malagueño destila rabia por los cuatro costados. Sus letras apuntan al sistema neoliberal salvaje como el causante de sus males. "Es una respuesta pero al final tiendes a pensarlo de un modo globalista. Somos jóvenes, yo tengo 22, Jorge 22 y Carlos 24. Todos nuestros amigos están dentro de la veintena y lo vemos todo. Es una crítica que tiene fundamento y está expresada desde la propia experiencia personal y cercana, una experiencia común a todos. La crítica está más que presente, por supuesto el telón de fondo es la situación política y el régimen económico en el que nos movemos, pero es algo que lo acaba impregnando todo. En nuestras letras la crítica a veces es más velada y otras más explícita, pero al final la crítica o el discurso está presente", explica Martín.

"No creo que sientas nada, eres tibia como la socialdemocracia; en mí crece espino, avanza por mi garganta, tu puto revisionismo necesita una nueva dignidad dramática", cantan en Del suelo a la boca, uno de los temas más políticos de su último EP. "Políticamente es muy explícita, pero al mismo tiempo es una canción de amor. Se mueve en un vocabulario político para hablar de amor. Pero es que al final lo personal es político", considera el guitarrista.

¿Los músicos deben estar comprometidos con el tiempo que viven? "Sí, precisamente por nuestra situación laboral y, segundo, porque pienso que, aunque no se le puede a exigir nada a los músicos ya que los artistas tomamos cierta distancia de nuestro 'yo' personal y todo esto es una ficción, en el mundo en el que viviremos estamos faltos de referentes en lo cultural. Es muy difícil encontrar compromiso porque el sistema en el que estamos nos desarticula y nos hace más estériles", contesta.

Un milagro el de La Trinidad en un ecosistema musical lleno de "concursos de televisión basura", fenómenos -quizá pasajeros- como el de Amaia y "triunfitos que no saben hacer la 'o' con un canuto". No se lo pierdan.

Otra imagen de la banda malagueña. Otra imagen de la banda malagueña.

Otra imagen de la banda malagueña. / Sergio Albert

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