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Lleno alegre en el Orcefolk

  • Los grupos Damdaká y Ginga contagiaron al público con sus ritmos y su música

Más de un millar de personas abarrotaron la plaza de la Iglesia de Santa María la noche del sábado para presenciar las actuaciones incluidas en el primer Festival Orcefolk, inaugurado por los grupos Damdaká (Italia) y Ginga (Portugal). Durante las tardes del sábado y el domingo se celebraron también algunas actividades que fueron muy frecuentadas por los vecinos y visitantes de Orce, como el taller de danza impartido por los miebros de Els Groullers, que pusieron a bailar sardanas a medio pueblo, y las chicas de Damadaká, que tuvieron mucho éxito ejerciendo de profesoras de tarantellas con un alumnado de más de un centenar de personas que, desinhibidas, bailaron en la plaza del Ayuntamiento. También se celebró un encuentro de radios especializadas ayer domingo, con retransmisión en directo vía internet y participación de los grupos que actuarían anoche.

El grupo inaugural fue Damadaká, multitudinaria formación de la región de la Campania italiana con una tan fervorosa como dinámica puesta en escena. Diversas canciones dedicadas a la 'Madonna' para pedir su bendición abrieron una actuación que fue derivando hacia la fiesta con bailes multitudinarios entre el público, que en buena parte se dejó contagiar por la simpatía de las tarantellas y la gracia con las que las bailarinas del grupo se movían entre las filas de espectadores. Posteriormente, desde Coimbra, el grupo Ginga dio la vuelta al concepto de folk acercándose más a la estampa que familiarmente se tiene de un grupo de rock. Aunque su cancionero es eminentemente popular, ellos lo interpretan subidos a la electricidad del rock sin ningún tipo de complejos y canciones como Borboleta branca o Faixinha verde soprendieron al público más joven por su energía. Fue un buen comienzo para el Orcefolk, un festival que ha despertado la curiosidad.

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