Más de 72 años después de su muerte, se puede decir que Federico García Lorca está más vivo que nunca gracias a la compañía internacional de teatro Baraka Madrid, que ha logrado impresionar al exigente público londinense con la obra Sueña Lorca, un esmerado montaje dirigido por María Caudevilla. Y es que Lorca es el poeta contemporáneo que ha conseguido una mayor difusión en el extranjero, donde se han traducido sus obras a varias lenguas.

El Arcola Thatre, una vieja fábrica textil ahora convertida en un espacio clave de la escena alternativa londinense, sirve de escenario de Lorca Dreams. Con este montaje, la compañía madrileña ha buscado llegar a los sentimientos de los espectadores, por encima de la divulgación de la obra del poeta granadino. Así, Lorca Dreams conjuga algunos de los textos menos conocidos escritos por el propio autor junto a otros que dejan paso a la interpretación más libre de los actores.

La guitarra de Armando Manzanero es la protagonista de la sinfonía lorquiana y, junto con el baile, los sentimientos del autor quedan al descubierto mediante las escenas de su llegada a Nueva York, los recuerdos de su Granada natal, la Guerra Civil o la Residencia de Estudiantes, donde mantiene una genial conversación con gran amigo Salvador Dalí.

La obra ya ha pasado por Madrid, donde se estrenó el 11 de junio, y Almagro (Ciudad Real), pero ha sido en la capital inglesa donde la compañía se ha esmerado especialmente en el uso del lenguaje gestual. Esta diligencia ha sido posiblemente la que ha suscitado las críticas más positivas del diario The Times y del experto en la vida lorquiana, Ian Gibson: "Esta obra no se ve, esta obra es tan estupenda, el trabajo de los actores tan extraordinario, la dirección tan esmerada, que nos hace vivir Lorca casi casi desde dentro. Me ha hecho reír y llorar, me ha producido rabia, y con su frescura y su vitalidad me ha forzado a volver a los textos originales para buscar una referencia, comprobar una fuente. La he vivido dos veces y espero vivirla más".

Baraka Madrid y Lorca ya son unos asiduos de la ciudad de Londres, en donde la compañía ha representado Hace Lorca y El amor de Don Perlimplin con Belisa en su jardín, también presente en el Fringe de Edimburgo. Es precisamente esta ciudad la que pondrá fin a la gira de Lorca Dreams, después de presentarla en España, el próximo otoño, y en Latinoamérica, en enero.

A cientos de kilómetros de Londres, Nuria Espert y Rosa María Sardá rendirán su particular homenaje a Lorca con la representación de La casa de Bernarda Alba, que se podrá ver del 29 de abril al 28 de junio en la Sala Petita del Teatro Nacional de Cataluña y que ya ensayan. Lluís Pasqual será el encargado de dirigir el espectáculo, que promete ser uno de los acontecimientos destacados de la nueva temporada del teatro catalán.

Nuria Espert ya es toda una experta en obras de Lorca, ya que hace unos años dirigió esta La casa de Bernarda Alba en el Reino Unido con Glenda Jackson y Joan Plowright como principales intérpretes.

Dos visiones muy diferentes de un mismo autor universal que se suman al montaje unánimemente aplaudido de Poeta en Nueva York, con el que la bailarina y coreógrafa granadina Blanca Li consiguió conmover al público francés tras su brillante puesta en escena en el exquisito y exigente Teatro Nacional de Chaillot de París.