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MOMIAS La muerte hecha ciencia

  • El Parque de las Ciencias estrenará en octubre su gran exposición sobre cadáveres embalsamados 24 instituciones internacionales han colaborado en ella

Encontrarse de cara con la muerte puede que no sea agradable para el ser humano pero difícil es negar que la confrontación directa con una momia no produce cierta fascinación. Siglos de vida embalsamados y conservados serán expuestos en el Parque de las Ciencias a partir del mes de octubre en la próxima gran muestra temporal: Momias. Testigos del pasado. Esta exposición contará con medio centenar de momias originales y más de 150 elementos asociados a ellas procedentes de 24 entidades y museos nacionales e internacionales, colaboradores en esta ocasión de una producción pensada y diseñada enteramente por el Parque de las Ciencias.

Un total de 1.600 metros cuadrados de pabellón acogerán esta muestra que no es, en palabras del Consejero de Cultura, Luciano Alonso, "ni corta ni chica". Destinada tanto a un público general como especializado, pasando de niños y turistas a investigadores o universitarios, y ofreciendo diversos niveles de información dependiendo del interés del visitante, la muestra de momias sucede "muy dignamente" - según Alonso - "a la exposición Etcétera. 30 años de títeres".

El Consejero, también presidente del Consorcio del Parque de las Ciencias, destacó ayer el trabajo "conjunto, multidisciplinar, internacional y en red" que se ha realizado, agradeciendo "su confianza en el Parque de las Ciencias a las 24 instituciones que han contribuido a hacer posible la muestra", entre las que se encuentran entidades de Italia, Portugal, Egipto, Austria o Alemania. No cabe duda de que Momias es uno de los proyectos más ambiciosos del Parque. Su director, Ernesto Páramo, afirma "no recordar ya cuando empezamos a querer hacer una exposición sobre momias". Tras conseguirla, está seguro de que "será un deleite para todos los públicos". Páramo recalca la importancia de estos cadáveres conservados para la ciencia y sus investigaciones: "Una momia bien mirada es como una biblioteca. Si sabemos leerla, nos cuenta muchas cosas sobre el pasado y las civilizaciones antiguas: cómo comían, vivían, sus enfermedades, etc".

El objetivo de la exposición es, precisamente, éste: mostrar al público qué pueden enseñar las momias después de ser investigadas por la ciencia. Miguel Botella, comisario de la exposición y catedrático e investigador de la UGR, explica que "ya pasó el momento donde la ciencia veía a las momias como objetos curiosos, e incluso se vendían para exponerlas en reuniones donde se tomaba el té". Esta exposición estudia lo que ha cambiado. "La cantidad de información que podemos obtener de una momia acerca de la vida de la gente es espectacular", declaró el investigador, asegurando que, además "es información enteramente real, que es lo más importante. Las momias dicen la verdad, no hacen caso a la historia, ya que la historia siempre tiende a magnificarse. Por ejemplo, se cree que los egipcios vivían muy bien, y no es verdad. Las condiciones de vida eran precarias, y la batalla entre vida y muerte era continua: había enfermedades, una alta mortandad infantil, una gran desnutrición... ese panorama es real, y ahí es donde incide esta exposición".

Momias. Testigos del pasado recopilará la mayor cantidad de momias que se han reunido en España con vocación científica, en línea con la misión formativa del Parque de las Ciencias, que busca, en palabras de su director, "no hacer un mundo más misterioso, sino más comprensible para todos nosotros". Conocer el pasado, el entorno natural donde vivía el ser humano, qué plantas y animales eran frecuentes en la zona, qué herramientas y técnicas se manejaban, cuáles eran las enfermedades que se padecían y un largo etcétera constituirán la base de esta muestra. Hasta que comience la misma en octubre, se ha situado un gigantesco bloque de hielo en el hall del Macroscopio como preámbulo del espacio gigantesco destinado al gran protagonista de la exposición: Ôtzi, 'el hombre de hielo', una momia de hace 5.300 años encontrada en los Alpes y estudiada en infinidad de ocasiones por la ciencia.

En el gigantesco pabellón se podrán presenciar 50 momias originales, así como más de 150 elementos asociados entre sarcófagos, amuletos, esculturas, vasos funerarios, fetiches, ajuares, textiles o tatuajes. Seis áreas temáticas, explicadas en castellano e inglés y accesibles a todo tipo de públicos y discapacidades, recrearán con un montaje expositivo vanguardista todo lo relacionado con las momias y su historia.

Entre los elementos expositivos podrán encontrarse también audiovisuales, pantallas interactivas, producciones escénicas e imágenes radiológicas. Como estrella, la momia de Ötzi contará con 400 metros cuadrados destinados solamente a él, donde el hielo jugará un papel central. Al final de la exposición, el taller La ciencia tras las momias ayudará a los visitantes a aplicar los conocimientos adquiridos, así como a complementar información en el caso de que quisieran ampliar la ya obtenida en la muestra.

En definitiva, el próximo gran proyecto del Parque de las Ciencias, incluido dentro del ticket general a partir del mes de octubre, no será solo una exposición sobre momias, sino mucho más. Hablará, como dijo el Consejero de Cultura, Luciano Alonso, "sobre el cuerpo humano, sobre medicina, sobre antropología, sobre historia... e incluso sobre arte. Una exposición sobre momias es una exposición sobre muchas disciplinas, que se conjuntan en un museo como el nuestro". La muerte hecha ciencia espera a todo el mundo en apenas dos meses.

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