Cultura

Mariano Fortuny vuelve a 'estudiar' en la Universidad de Granada

Mariano Fortuny vuelve a 'estudiar' en la Universidad de Granada

Mariano Fortuny vuelve a 'estudiar' en la Universidad de Granada / Mayra Villén / Photographerssports

La tarde del viernes fue la segunda dedicada a la figura de Mariano Fortuny y Madrazo en el 150 aniversario de su nacimiento. Este insigne granadino, en gran parte desconocido pero que sigue provocando una admiración en todo el mundo como auténtico sabio, artista y creador, ha sido objeto de unas jornadas organizadas por la Asociación Unigrama y abiertas a todo el público, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación de la UGR, en los paseos universitarios.

El jueves con una maravillosa conferencia por una de las personas más versadas en Fortuny y su legado, María del Mar Villafranca y el viernes con un Concierto con el Coro del Centro Artístico y el Coro de Cámara de Granada, junto al pianista José Luis de Miguel y al narrador Víctor Burgos Salinas.

Hablamos precisamente con ellos dos a propósito del Concierto y de su acercamiento a la figura de este pintor, fotógrafo, diseñador, iluminador, o sea de su estudio de Fortuny, previo al planteamiento del Concierto. La conversación se produjo en el propio Centro Artístico, un marco inmejorable por el ambiente de recogimiento y de arte e historia granadina por cualquiera de sus centenarios rincones.

Nuestra primera pregunta fue sobre la figura de Mariano Fortuny. Entendemos que es una figura con una relevancia que no está puesta en valor y que podría generar mucho más a nuestra ciudad. No podemos olvidar que Fortuny, que nació en la Pensión de los siete suelos, hoy Hotel Áurea Washinton Irving, desplegó su ingenio por toda Europa, diseñando cúpulas “Fortuny” que ayudaban enormemente a la iluminación de los grandes Teatros de Ópera como el de Bayreuth en Alemania o la Scala en Italia, diseño vestidos inspirados en la Grecia Clásica con los que se vistieron Lauren Bacall y otras grandes divas de Hollywood...vivió y trabajó en su propio palacio veneciano...o sea una figura trascendente en muchos campos de la ciencia, el diseño y el arte.

El narrador, Víctor Burgos nos contestó que “Aunque, en principio, pueda parecer un mero concierto dentro de los actos para homenajear a este granadino universal en el 150 aniversario de su nacimiento, lo cierto es que en él se ha querido seguir la estela marcada por Fortuny de la concepción del arte en su conjunto, del Arte Total, concentrando en un solo acto la música del piano -como un instrumento de los más completos que existe- , la música coral -con la conjunción de distintas voces que se armonizan perfectamente bajo la batuta del director- y la voz y textos del narrador que sumergen al oyente en el maravilloso universo de Fortuny, guiándolo en un viaje inmersivo en lo que fue parte de su vida y su trayectoria artística, haciendo todo ello un compendio de diversas facetas artísticas que va más allá de un concierto de música clásica “al uso”. En ese sentido, el catedrático y pianista José Luis de Miguel, añadió que “El indiscutible interés del concierto en torno a Fortuny se justifica por la intensidad con la que el autor refleja en su obra la influencia de su paso por nuestra ciudad. El título del concierto “Granada: La Luz de Fortuny” es buena muestra de ello”.

Seguir hablando de Fortuny, y de su vida, provocó la siguiente reflexión de Víctor Burgos “Conocer con más profundidad la figura de Fortuny  ha sido todo un regalo desde que se me encargó la labor de introducir cada parte del concierto narrando fragmentos de su poliédrica y prolífica vida, tanto personal como artística. Resulta sorprendente que hayamos tenido que esperar a la efeméride de su 150 cumpleaños para dar difusión al “Leonardo Español”, y que desde su propia ciudad natal las instituciones no hayan puesto en valor con anterioridad, en la gran medida que se merece, a tan universal figura de la creación artística, en su más amplio sentido. Aunque gracias a asociaciones como la Asociación FortunyM Culture -con la gran labor de Mª. Mar Villafranca, Emilio Caro o Pilar Dalbat-, a distintas exposiciones que se han organizado, como la que ha tenido lugar en el Centro Cultural CajaGranada o con la organización de conciertos como este, se está logrando que el público de a pié tenga un mayor conocimiento de quién fue y es su paisano Mariano Fortuny Madrazo”.

Respecto a la figura de insigne granadino, siempre tan exótico y recordando la Alhambra, el crisol de culturas que es Granada, el Maestro del piano, José Luis de Miguel nos dice que “Mariano Fortuny y Madrazo es una de las figuras más interesantes de la creación artística del interesante periodo que vivió Europa entre siglos. Aunque natural de Granada, hubo de trasladarse a muy temprana edad. No obstante, la vinculación con Granada se refleja en el interés que siempre mantuvo por lo oriental”.

El Concierto tuvó un formato en el que la narración y la música fueron de la mano, de esa manera, se pudo ir reconociendo el influjo granadino en su obra. Admirar las obras de época que poblaron los Teatros de Ópera para los que trabajó Fortuny, de los grandes como Fauré, Wagner o Verdi, y del mismo modo, acompañar con obras de piano contemporáneas al artista que recrean el ambiente musical de época de París, Roma o la Venecia de su época. Sobre este formato de Concierto, el pianista expresa que “ se estructura en cuatro partes en las cuales hacemos un recorrido por distintos aspectos, no sólo de la creación, sino en cierto modo biográficos del autor granadino. Es por ello que hablamos de La Alhambra, de Delphos, de Italia y de la figura de Richard Wagner. Son lugares en su biografía de obligada visita cuando hablamos de la figura de Mariano Fortuny. El piano es un instrumento ideal para el acompañamiento de todo tipo de agrupaciones, y es un clásico en el acompañamiento coral. Su cualidad polifónica y casi orquestal empasta perfectamente con la voz humana. Las obras son elegidas en función de la temática de cada uno de los bloques buscando una coherencia con el narrador y un hilo conductor de todo el concierto.

La visión en este sentido del narrador, más detallada, nos ofrece una visión de la persona que va presentando el propio concierto y a la vez recrea la figura de Fortuny con unos textos propios, fruto del estudio pormenorizado que ha hecho este narrador, de voz portentosa que es Víctor Burgos, que nos manifiesta que “Como ambientación musical a la primera parte dedicada a Granada y su influencia en la obra de Fortuny, se han escogido dos obras de Albéniz como son “Atardecer en Granada” y “Evocación”, de las Suites Española e Iberia, que al escucharlas, indefectiblemente nos trasladan a la ciudad nazarí e inspiran melancolía y sentimientos de añoranza. Para la etapa parisina y la aportación de Fortuny al mundo de la moda, se interpretaron también otras dos obras a piano del maestro francés Claude Debussy,  La fille aux cheveux de lino (La muchacha de los cabellos de Lino,  y La sérénade interrompue, llenas de sensualidad y elegancia, y para el vestido Delphos se escogió especialmente otra obra del mismo autor, Danseuses de Delphes (bailarinas de Delphos), en recuerdo a Isadora Duncan, bailarina que lo lució en repetidas ocasiones pues para ella representaba sus dos máximas: la inspiración clásica y la liberación del cuerpo.

Por otro lado, la riqueza y esplendor que Fortuny aportó a la escenografía y la innovación de su sistema lumínico se reprodujeron con las interpretaciones del Nocturno op. 62, nº 1. De Frédéric Chopin, Va Pensiero (de la ópera Nabucco de Verdi), Cantique de Jean Racine de Gabriel Fauré y, por supuesto la influencia Wagneriana se hizo presente con el Coro de los Peregrinos (de la ópera Tanhauser) para los que ya intervienen el coro del Centro Artístico y Literario y el Coro de Cámara de Granada, dirigidos por Jorge Rodríguez Morata, terminado el concierto con la parte dedicada a Venecia y todo lo que esta supuso en la evolución personal y artística de Fortuny, en la que se escuchó representada en las obras Venetian gondellied Op. 19.6 de  Felix Mendessohn , II Carnavale di Venezia, de Gioacchino Rossini e Il Gondolieri, de G. Rossini.

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