Con motivo de las Fiestas de San Agustín, el Centro Damián Bayón del Instituto de América de Santa Fe ha hecho un paréntesis en su programación anual para ser escenario de las mejores propuestas llegadas de todos los rincones del municipio. Fieles a su cita, los creadores artísticos de esta ciudad, rica en historia y arte, vuelven a tomar las salas del Instituto de América y a llenar sus paredes con las obras que han realizado durante el último año. Esta particularidad es uno de los principales atractivos de la cita, ya que la mayor parte de las obras no se han expuesto antes al público. Tanto la técnica como el medio a utilizar son libres pero la temática de las obras participantes gira siempre en torno a Santa Fe, sus paisajes, monumentos, calles y gentes.

Como sucede en cada edición, la exposición dedica un espacio aparte para detallar la obra y trayectoria de un artista santaferino. En 2009, el reconocimiento fue al pintor Tarsicio Sánchez que estuvo arropado por otras 84 propuestas de 15 autores de Santa Fe de muy distintos estilos y generaciones, tales como Blas Romero, Juan Ontanilla y Martínez Ruiz, entre otros.

En esta ocasión, la ya tradicional muestra que este año cumple su decimoquinta edición está protagonizada por tres exposiciones individuales realizadas por aficionados al arte que han nacido o viven en Santa Fe: José Baena (en un particular homenaje al artista), Enrique Villalobos (Fotografía: PostNatura) y V. Castillo (pinturas).

Villafranca Castillo

La artista nace en 1960 en Granada. Desde muy joven y casi siempre de forma autodidacta, ha mantenido viva la ilusión por el quehacer artístico. Estudió en la escuela de Arte y Oficios, cerámica y técnicas de escultura. Realizó su primera exposición individual en la Sala Oyarkandal de Úbeda (Jaén). Ha participado en diversas exposiciones colectivas, en Granada y en el Centro Damián Bayón de Santa Fe.

Enrique Villalobos

El creador nace en Madrid en 1945. Desde temprana edad su afición por la música y en especial por la guitarra, le lleva a estudiar este instrumento. A los 14 años ya formaba parte de un grupo Los 4 Solitarios. Es, paralelamente a la música, cuando en los años 20 y 30 del autor nace su afición por la fotografía y a descubrir los primeros trucos en su pequeño laboratorio casero. Se fija en Bill Brandt -quien decía que "un fotógrafo debe poder conservar las facultades receptivas de un niño que mira el mundo por primera vez"-.

José Baena

Nace en 1926, emigra a Barcelona y trabaja en la industria de la piedra artificial donde se convierte en oficial. Pero no será hasta 1996, cuando Baena decida empezar a pintar donde recurre a un universo propio, poblado por seres que representan a conceptos sacados de ideas sencillas y universales.