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'Miramira' traza una geometría adecuada para padres y niños

  • La compañía Ultramarinos de Lucas actúa mañana en doble sesión en el Palacio de Congresos y Exposiciones

Las artes escénicas depositan mañana su mirada en los más "peques" en el Palacio de Congresos con la obra Miramira de Ultramarinos de Lucas. Programada dentro del marco de actividades TIF Granada, contará con una doble sesión a las 11:30 y a las 13:00 horas, para quien quiera dormir un poco más.

La compañía, procedente de Guadalajara, obtuvo el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud en 2015. Juan Monedero, fundador de la compañía y actor de la obra, señala que el galardón llegó por arriesgar en la temática de sus espectáculos, así como en la propuesta estética, un reconocimiento en general a las diferentes obras que han ido haciendo estos años.

Lejos de intentar hacer reír, el actor aclara que su pretensión es cambiar un lenguaje y adaptarlo para niños con las mismas claves que se utilizan para el público adulto. "Es una tarea exigente y de mayor rigor, incluso se puede tratar cualquier temática para llegar a ellos", señala Monedero.

La compañía se nutre de cuentos clásicos como Pinocho que les ha sido muy difícil de adaptar, obra que representan justo hoy en el Centro Cultural Medina Elvira de Atarfe a las 19:30 horas, para un público a partir de 4 años siendo obligatorio la presencia de padres. También han desarrollado otras narraciones clásicas como Caperucita roja junto a creaciones propias, algo en lo que se sienten más libres y con menos presión para abordar la dramaturgia.

Con Miramira la compañía ha sido pionera en España, siendo una de las primeras obras dirigida a bebés, un público al que se dirigían las compañías extranjeras y por el que decidieron apostar.

La obra es un juego con la geometría, con los colores, el volumen y las formas, donde un actor y una actriz se mueven por el escenario casi llegando a ser una danza, acompañados por música de piano original. Sin llegar a ser una historia al uso, la compañía trata de que el espectador evolucione con estas simetrías. Un campo inexplorado y que los primeros años costó hacer entender al público que se pudiera hacer teatro para niños de 1 o 2 años. Después, asistiendo a las representaciones, los mismos padres entendían ese teatro como manifestación artística, al igual que la música o la pintura.

"Los niños reaccionan con ello y lo interpretan a su manera, algo en lo que se fijan los padres y familiares que los acompañan, pudiendo acabar disfrutando más que estos", señala el actor, aunque la compañía no se centra en este tipo de público, ya que tienen representaciones para todas las edades: infancia, jóvenes y adultos. "El terreno del teatro infantil se ha ido ampliando con más compañías que se han decidido a llevarlo a cabo cuando se han visto preparadas", continúa Monedero, consciente de que la infancia es donde se forja un ser humano, siendo estos años clave para los pedagogos porque condicionan el resto de la vida. "Acceder a la cultura desde muy pequeño te va a enriquecer, haciendo que luego busques cosas que te mocionan, te impulsan, igual que la lectura te lleva a imaginar y a seguir leyendo, el teatro consigue cosas similares", afirma. Entre tantas películas de animación, móviles, aplicaciones y demás relacionado con las nuevas tecnologías, el teatro infantil puede ser una buena ocasión para alejar la vista de todo eso y sumergirse en una experiencia única como las artes escénicas que no pueden ser digitalizadas.

La compañía gira a lo largo y ancho del país, no siendo esta su primera visita a Granada habiendo actuado en Salas como La Expositiva. Son una compañía pequeña en la que todos hacen de casi todo, además de hacer incursiones en otros idiomas como las obras en inglés Pezes o Romeo & Juliet.

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