Tienen trabajo de magos: devolver a la carretera todas las motos clásicas que un día hicieron temblar el asfalto. Pero el reto no está nada fácil. Cuando llega al taller Berlín una moto "que parece recién sacada del lodo", se pone en marcha todo un dispositivo humano y técnico que permite que entre de nuevo en funcionamiento. Entonces, es necesario hacer diagnósticos de la situación muy concretos, buscar piezas de la época por medio mundo y no descansar hasta traerlas a Granada para devolver a esas motos "casi de coleccionista" su aspecto original.

Raúl Contreras (coordinación de pedidos y compras), Alberto Cuevas (electricidad y electrónica), Luis Domínguez (motores), Toni Ríos (dibujos, filetes y pintura) y Chiqui (mecánica) han creado en el Jardín de la Reina, y a base de mucha ilusión, Motos Berlín, uno de los únicos talleres que existen en España -tan sólo hay uno similar en el País Vasco- dedicados a la restauración de motos de época. Entre las 'invitadas' a su taller, hay muchas, muchísimas BMW de los años 60 y 70. También algunas inglesas, como las Norton, "que siempre son unas de las más apreciadas en el mercado tanto por su apariencia como por su potencia", y que ahora incluso se han empeñado en convertir en una Café Racer, al igual que las que hacían carreras de cafés en cafés en la Inglaterra de finales de los años 50 y principios de los 60. El taller, que también pone a disposición de sus clientes ropa y complementos de la época, se ha propuesto siempre la creación de "motos a la carta", como ellos las llaman, y con las que siempre utilizan piezas auténticas de la época: "es que somos muy puristas".